Más Información
Ella era una ciudadana común que soñaba con tener una mejor vida y, quizá por ello, se relacionó con un traficante de drogas que acabó en la cárcel, producto de esa unión, Mette Marit tuvo a su primer hijo de nombre Marius Borg. Pero la vida le tenía una sorpresa, pues años más tarde, conocería al príncipe heredero Haakon de Noruega, quien se enamoró de ella perdidamente y la aceptó con su hijo.
Hoy, Mette Marit cumple 46 años y con una grave enfermedad pulmonar a cuestas, se sobrepone a las adversidades y celebra un año más de vida.
La vida de Mette Marit no ha sido fácil, pues desde que el príncipe Haakon vio en ella a su futura reina consorte y la familia real de Noruega puso el grito en el cielo, Mette Marit ha tenido que luchar sin descanso para demostrar que su pasado ya no formaba parte de su vida y que podía comportarse como lo dicta el protocolo y obligaciones oficiales y monárquicas en su país.
Te interesa: La princesa Mette-Marit de Noruega enfrenta estoica su enfermedad
Tras 11 años de matrimonio con el príncipe heredero Haakon y dos hijos de esa unión, la casa real de Noruega reveló, hace un año, que la futura reina consorte padecía fibrosis pulmonar, una enfermedad grave que requiere de un seguimiento médico serio. Pero pese a ello, Mette Marit no ha flaqueado -con la ayuda de su enamorado esposo- y se ha sobrepuesto pese a las enfermedades que le ha tocado sortear, tal y como lo muestran las imágenes que ha compartido en su cuenta de Instagram.
De acuerdo con el diario El Mundo, Mette Marit ha tenido una vida con una salud muy frágil. En 2008, la esposa del príncipe Haakon se cayó en Ucrania y resultó con serias lesiones cervicales; en 2013 tuvo que ser operada de nueva cuenta por una hernia discal. En 2015 regresó al hospital tras un accidente de tráfico. Además, Mette Marit tiene problemas de oído con el síndrome de los cristales, un trastorno que es más conocido como vértigo posicional paroxítico benigno.
Pese a su familia disfuncional y a sus intentos por ganarse la vida, Mette Marit estudió las carreras de Ingeniería, Antropología Social y Periodismo, según Vanitatis, pero no se tituló de ninguna. Además de la separación de sus padres, su hermano fue condenado por violencia de género.
Con todo este bagaje de experiencias, Mette Marit ha sabido ganarse el corazón del pueblo noruego y, con su familia -y su hijo Marius Borg- su vida transcurre llena de amor y sonrisas.