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Meghan Markle y Harry de Sussex no son los únicos royals que decidieron dar un paso atrás lejos de una monarquía, en la historia y en distintas casas reales han existido varios casos de príncipes, princesas y monarcas que abandonaron la corona a cambio de tener una vida de plebeyos.
Haya bint al-Hussein
Quien fuera esposa del primer ministro, vicepresidente y jeque de Dubai, Mohammed bin Rashid Al Maktoum, huyó con todo y sus hijos tras varios meses de preparar su escapada del poder del soberano. La princesa Haya de Jordania no se tentó el corazón para, además, llevar consigo varios millones de dólares para asegurar su supervivencia. Se sabe que las razones que la orillaron a refugiarse primero en Alemania y luego en Inglaterra, donde actualmente reside, fue por temor a perder la vida en manos de su entonces esposo y rey.
Martha Louise de Nouega
Otra royal que puso de cabeza a su familia fue la primogénita de los reyes Harald V y Sonia de Noruega, pues desde que era muy joven y se le ocurrió poner un negocio, comenzó a pagar impuestos y su padre le quitó el título de Alteza Real. Además, siempre se sintió atraída por el showbusiness y la vida mística, tanto, que aseguró tener el poder de hablar con los animales y con los ángeles. Luego de su divorcio con el fallecido escritor Ari Behn, Marta Luisa de Noruega se relacionó sentimentalmente con un chamán de Hollywood que asegura sanar muchas enfermedades. Leer también: Ella es la princesa Martha Louise de Noruega, la royal que habla con los animales y los ángeles
rey Alberto de Bélgica
Cuando los monarcas llegan a cierta edad, toman la decisión de alejarse del trono para que sus hijos herederos comiencen a trabajar por el pueblo que los mantiene, como ocurrió con el rey Juan Carlos de España; sin embargo, el exrey abdicó al trono para tratar de evadir una demanda de reconocimiento de paternidad de Delphine Boël, quien asegura desde hace varios años que ella nació del amorío de Alberto con su mamá. El caso aún continúa. Leer también: El rey Alberto de Bélgica continúa sin realizarse la prueba de ADN por paternidad; deberá pagar millonaria multa
Nicolás de Rumania
Este caso es especial debido a que el expríncipe heredero se vio obligado a renunciar a su cargo tras una demanda por reconocimiento de paternidad. Resulta que la pequeña Iria Anna Cirjan tuvo que ser reconocida como su hija tras la presión de su mamá, Nicoleta Cîrjan. Por ello, su abuelo, el rey Miguel de Rumania, lo sacó de la línea sucesoria. Ahora vive como plebeyo, alejado de la familia real y, cuando se casó, le tuvieron que prestar un palacete para que no se sintiera mal. Leer también: Con prueba de ADN, el ex príncipe Nicolás de Rumania reconoce paternidad