Realeza| 23/11/2021 |11:40 |Redacción | Actualizada
23/11/2021 11:45

La princesa consorte Charlene de Mónaco, esposa del príncipe soberano Alberto II, sigue escondida en algún lugar de Europa para continuar con su recuperación. Lejos de sus hijos, los pequeños príncipes Jacques y Gabriella, y del resto de la familia monegasca, la exatleta olímpica sigue envuelta en un manto de misterio luego de pasar 8 meses en su natal Sudáfrica, donde le realizaron tres operaciones de urgencia.

Charlene de Mónaco, agotada y sin poder comer
Charlene de Mónaco, agotada y sin poder comer

(La princesa consorte fue operada dos veces de un problema otorrinolaringológico en Sudáfrica / Instagram)

Luego de que Alberto II de Mónaco negara que su esposa está deprimida, que padece cáncer o que enfrenta problemas alimenticios, el hijo de Rainiero III confesó que Charlene está internada en un lugar del centro de Europa para recuperar fuerzas, pues se encuentra profundamente agotada física y emocionalmente.

Según "Page Six", los amigos de la princesa están muy preocupados porque la han visto demasiado delgada. "Es injusto que se la presente con algún tipo de problema mental o emocional. No sabemos por qué Palacio le resta importancia al hecho de que casi muere en Sudáfrica", aseguraron al medio antes citado.

Fue en su país natal donde Charlene contrajo una fuerte infección que la llevó a pasar tres veces por el quirófano y que le impidió volar de regreso con su esposo y sus hijos. De acuerdo con reportes, esta situación le generó severos problemas de sinusitis y deglución. La misma fuente de "Page Six" aseguró que la princesa no ha podido comer alimentos sólidos en los últimos seis meses y "solo ha podido ingerir líquidos con un popote, por lo que ha perdido casi la mitad de su peso corporal".

Charlene de Mónaco, agotada y sin poder comer
Charlene de Mónaco, agotada y sin poder comer

(El príncipe Alberto conció a Charlene Wittstock en el año 2000 y se casaron un año después / EFE)

Los mismos amigos de la princesa Charlene señalaron que no tiene problemas de salud mental sino que el hecho de que no pueda comer bien ha mermado su bienestar.

Alberto II de Mónaco también ha desmentido que su matrimonio atraviese por una crisis y que Charlene tenga secuelas de Covid-19.

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