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Cuando el príncipe Carlos Felipe de Suecia llegó al mundo en mayo de 1979, el reino lo recibió con celebraciones sin precedentes. Su nacimiento, que mereció 42 salvas al aire, duplicó el homenaje recibido por su hermana mayor, la princesa Victoria.
En ese momento, la sucesión al trono parecía asegurada, una situación con la que los reyes Carlos Gustavo y Silvia se mostraron felices. No obstante, el destino de Carlos Felipe cambió drásticamente un año después.
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En 1980, el Parlamento sueco eliminó la Ley Sálica, misma que había impedido históricamente a las mujeres ascender al trono. Este cambio abrió la puerta para que las mujeres pudieran reinar en Suecia, por lo tanto, la princesa Victoria se convirtió en la heredera al trono, desplazando a su hermano menor, Carlos Felipe, de la línea sucesoria.
El rey Carlos Gustavo no ha ocultado su descontento con la decisión, calificándola como un "error" en diversas ocasiones.
En una entrevista reciente, el monarca expresó su desdén por la ley, subrayando que considera que "tener leyes que funcionan de forma retroactiva no es muy inteligente".
A pesar de que Victoria fue la beneficiaria de esta reforma, la princesa no tuvo control sobre la decisión y la tensión entre ella y su padre ha sido evidente, aunque el rey ha intentado suavizar sus comentarios, manifestando su orgullo por el trabajo que realiza su hija como heredera.
El príncipe, por su parte, ha adoptado una actitud serena hacia su nueva posición. Aunque nació con la expectativa de ser rey, la modificación legal ocurrió cuando él era un niño.
En lugar de resentir su pérdida de estatus, el príncipe Carlos Felipe ha desarrollado una estrecha relación con su hermana Victoria, algo que el propio rey ha confirmado, destacando la unidad familiar a pesar de los cambios en la línea de sucesión.
El cambio en la ley no ha sido el único desafío para Carlos Felipe. En 2019, su padre decidió reducir el número de miembros oficiales de la Familia Real, lo que resultó en la pérdida del tratamiento de Alteza Real para los hijos de Carlos Felipe y su hermana, la princesa Magdalena.
Lejos de lamentarse, Carlos Felipe supera las adversidades sin complicaciones. Tras completar sus estudios en Diseño Gráfico en 2006, fundó la agencia Bernadotte & Kylberg junto con su socio Oscar Kylberg.
Además, Carlos Felipe lanzó su propia línea de bufandas y mantas, consolidándose como un diseñador de renombre. Su trabajo ha sido reconocido internacionalmente y galardonado con el premio de Diseñador Emergente de la revista Icon.
En el ámbito personal, el príncipe encontró el amor en Sofía Hellqvist, una exmodelo y estrella de televisión. A pesar de las críticas iniciales sobre su relación, la pareja demostró la fortaleza de su amor al casarse en 2015.
Juntos tienen tres hijos: Alejandro, Gabriel, Julián y están en la espera de un cuarto integrante. Aunque los pequeños ya no ostentan el título de Alteza Real, siguen siendo parte integral de la familia y participan en eventos oficiales cuando es necesario.
Carlos Felipe y Sofía de Suecia han ganado popularidad en Suecia, especialmente por su cercanía y actitud relajada en comparación con otros miembros de la realeza. Han logrado equilibrar sus responsabilidades oficiales con sus intereses personales, siendo un gran apoyo para la Casa Real en eventos de alto perfil.
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