Parece que la familia real del Reino Unido está más que tranquila de lo que Meghan Markle y el príncipe Harry dijeron a Oprah Winfrey en una explosiva entrevista transmitida la noche del domingo, en contra de los miembros de la monarquía inglesa. El príncipe heredero Carlos de Gales, papá de Harry, visitó una clínica contra Covid-19, en Londres.
Y, como era de esperarse, un grupo de reporteros ya lo esperaban para cuestionarle sobre las acusaciones que hizo su hijo más pequeño y su esposa contra él y el resto de la familia real.
-"Señor, ¿qué le pareció la entrevista?"- le preguntó un periodista al hijo de la reina Isabel II. De acuerdo a testigos, el príncipe Carlos volteó a ver al grupo de personas y se río entre dientes y siguió caminando. Carlos de Gales asistió de buen humor y tranquilo durante todo su recorrido oficial.
Una de las fuertes revelaciones que Enrique de Sussex hizo en televisión y que a todos sorprendió fue una acusación contra su padre por cortarle el dinero para sus gastos y por dejar de tomarle las llamadas telefónicas, entre otras revelaciones escandalosas.
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Mientras el mundo se divide entre los que apoyan a los duques de Sussex por sus confesiones sobre racismo y exclusión contra la familia de la reina Isabel II, y los que los critican por lanzar acusaciones infundadas e información a medias, el palacio de Buckingham sigue en silencio ante la ola de acusaciones, quejas y lamentos que Meghan y Harry lanzaron a través de la cadena CBS.
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De acuerdo con medios ingleses, funcionarios del Palacio redactaron una declaración pero la reina no la firmó.
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Carlos de Gales, papá del príncipe Harry y suegro de Meghan Markle, fue vacunado contra el nuevo coronavirus el mes pasado, luego de haberse contagiado en el 2020. Leer también: ¿Puede Isabel II quitar los títulos a Harry y Meghan?