El príncipe Louis, el menor de los hijos del príncipe William y Kate Middleton, se robó la atención de los asistentes son sus gestos y expresiones durante el desfile militar en honor a los 70 años en el trono de la reina Isabel II. Además, el pequeño no paró de hablar con su bisabuelita, la Reina, aunque su mamá le estuviera llamando la atención a cada momento.
(El príncipe Louis haciendo gestos durante el desfile militar en honor a la reina Isabel II / AFP)
Luis de Cambridge, príncipe del Reino Unido, tiene apenas 4 años y desde bebé comenzó a aprender las reglas de comportamiento en los eventos oficiales de la corona, sin embargo, como todo niño, hubo un momento en que se aburrió y comenzó a distraerse jugando.
(Louis habla con su bisabuela durante el desfile / AP)
Conforme pasaba el tiempo, el pequeño Louis rompió con toda compostura y fue captado tapándose las orejas mientras los aviones pasaban sobre el palacio de Buckigham, donde se encuentra el balcón principal.
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Abrumado, Luis de Cambridge parecía llamar la atención de la reina Isabel II para platicar con ella, pues de acuerdo a recientes declaraciones de Kate y William, los niños están en constante comunicación con su bisabuelita a través de pantallas móviles, especialmente desde que estalló la pandemia.
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El pequeño Louis se veía adorable con la vestimenta que llevaba para este gran día. Inspirado en los marineros, el niño de 4 años llevó un diseño de Rachel Riley, muy parecido a uno que su papá usó para la misma ocasión pero en 1985.
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Hubo momentos en que Kate Middleton parecía perder la paciencia con su travieso hijo, pero como buena mamá, estuvo pendiente todo el tiempo de él para recordarle el buen comportamiento y corregirlo varias veces más.
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Pero no solo ahí hubo travesuras, el pequeño príncipe Louis, antes de salir al balcón principal, dio un paseo con sus hermanos en un gran carruaje pero, al darse cuenta de la presencia de los fotógrafos, quiso saludarlos como toda una estrella de rock.
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También captaron al príncipe George, el mayor de los tres hermanos y el tercero en la línea de sucesión al trono, aparentemente llamándole la atención de su hermano menor, quien no paraba de perder la solemnidad del evento con juegos y bromas propias de un pequeño.
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En toda esta mañana de travesuras y gestos, el príncipe Louis sí se acordó de algo importante: hacer una reverencia al término del paseo real.
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