Meghan de Sussex se ha convertido en la integrante de la realeza internacional más polémica de los últimos años, su boda con el príncipe Enrique, duque de Sussex, el 19 de mayo de 2018 la colocó en el centro de la atención mediática y después de 19 meses de sumarse como un miembro más de la familia real británica, tomó la decisión -junto a su esposo Harry- de dejar el título de “Su Alteza Real” o integrante senior de la estirpe monárquica más influyente del planeta.
A pesar de que Meghan Markle era una actriz estadounidense que apenas se estaba abriendo paso en la televisión y el cine, su popularidad aumentó exponencialmente cuando se anunció en 2016 su noviazgo con el príncipe Harry, lo cual le valió rodearse de los lujos que brinda ser parte de la realeza, así como los beneficios de los que ha gozado y que han sido rentables para ella.
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(Meghan Markle, el principe Harry y la reina Isabell II / AFP)
Estos detalles también fueron expuestos en el libro “Finding Freedom: Harry and Meghan and the Making of A Moder Family”, que escribieron Carolyn Durrand y Omid Scobie, en donde se señala que los duques de Sussex aprovecharon los privilegios que le dio ser de la realeza, entre los que están casas, medios de transporte y fiestas.
Por ejemplo, la casa en Beverly Hills, en la que los duques vivieron antes de mudarse a su nuevo hogar en Santa Bárbara, pertenece al actor Tyler Perry, quien se las prestó y no les cobró renta ni servicios, a pesar de que una renta en ese lugar podría alcanlzar los 12 mil dólares mensuales. También, su residencia en Londres, Frogmore Cottage, una edificación construida en 1801, fue la residencia que les dio la reina Isabell II antes del nacimiento de su hijo Archie Mountbatten-Windsor.
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(Kate Middleton, príncipe William, Meghan Markle y el príncipe Harry / AFP )
En cuanto a los medios de transporte, por el alto perfil público que tiene la pareja, era necesario que se movieran en vuelos privados entre un país y otro, por lo que sus amigos Elton John y George Clooney, les prestaban sus aviones. En cuanto al hospedaje, otros de sus más cercanos, Markus Anderson, dueños de varios clubs y mejor amigo de Meghan, también les ofrece hospedaje cuando lo requieren.
Además, las joyas que Meghan ha recibido también se suman a los beneficios que tiene al formar parte de la familia real y los innumerables regalos que seguramente han recibido tanto ella como Harry y su hijo Archie.