El 2024 en definitiva ha representado un gran reto para la familia real británica, quienes luego de enfrentar el fallecimiento de la reina Isabel II en septiembre de 2022 han tenido que poner a prueba su estabilidad debido a que dos de sus integrantes, el rey Carlos III y Kate Middleton, fueron diagnosticados con cáncer.
Lo anterior no solamente representó un duro golpe para el monarca y la princesa de Gales, también afectó emocionalmente a sus seres queridos y la agenda laboral de la reina Camila y el príncipe William, quienes han tenido que adquirir más compromisos y responsabilidades.
Ahora, aunque Kate Middleton ha terminado con su tratamiento de quimioterapia y la salud de Carlos III se encuentra mejorando, la familia real británica no podrá disfrutar de unas celebraciones navideñas tranquilas debido al nuevo escándalo que involucra al príncipe Andrés, duque de York.
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Recordemos que fue en 2019 cuando el príncipe Andrés, de 64 años, renunció a sus obligaciones dentro de la monarquía debido a que fue relacionado con el empresario estadounidense Jeffrey Epstein, señalado de abuso sexual. Además, el hijo de la reina Isabel II también recibió distintas acusaciones de agresiones sexuales.
Ahora, el exesposo de Sarah Ferguson vuelve a poner en jaque a la familia real británica debido a que fue revelado su vínculo con un presunto espía de China que recientemente fue vetado del país por las autoridades.
De acuerdo con la información, un tribunal en Londres ha decidido que las autoridades británicas prohíban la entrada al país de este hombre, quien fue descrito como "alguien cercano" al príncipe Andrés, hermano del rey Carlos III.
El Ministerio del Interior consideró que este hombre, a quien identifican como H6, estaba involucrado en "actividades secretas y engañosas" en favor del Partido Comunista de China y que representaba una amenaza para la seguridad nacional.
Las autoridades consideraron que "H6" podría "facilitar relaciones entre altos funcionarios chinos y personalidades británicas que podrían ser explotadas" por las autoridades del país asiático.
Horas después de que se diera a conocer esta información, el duque Andrés de York decidió romper el silencio sobre este nuevo escándalo mediante un portavoz. "Siguió el consejo del Gobierno y cesó todo contacto con este individuo después de que (las autoridades) planteasen su preocupación".
De acuerdo con los reportes, una de las pruebas que confirmaría la cercanía de Andrés de York con el presunto espía chino es que "H6" fue uno de los invitados a su fiesta de cumpleaños en 2020. Además, las investigaciones sugieren que Andrés de York había dado autorización para que el hombre pudiera actuar como un intermediario en su nombre para buscar inversores chinos.
Hasta el momento esta es la única declaración oficial que existe por parte de la familia real británica.
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