El dinero, el apoyo de los seguidores a la corona y las lujosas mansiones facilitan que las mamás royals formen una familia. Un protocolo estricto, por otro lado, hace que su maternidad sea más difícil en muchas áreas.
Estos limitan severamente su libertad de acción. ¿Sabías que a las mujeres embarazadas de la realeza ni siquiera se les permite elegir qué zapatos quieren usar?
Los baby showers y las fiestas de revelación de género no son tan comunes en Reino Unido. Sin embargo, esta tendencia estadounidense también ha llegado a Europa en los últimos años.
Pero para la realeza esto es un tabú absoluto. Las familias reales tienden a ser muy ricas de todos modos, por lo que no es común organizar una fiesta que se trata principalmente de obsequiar y ahorrarle un gasto a los futuros padres,
A pesar de ello, Meghan Markle no le importó el protocolo real. En su primer embarazo, organizó un baby shower y recibió una reprimenda del exoficial de comunicaciones de la Reina, quien pensó que la fiesta fue "un poco exagerada".
Es bien sabido que el monarca debe ser quien se entere antes que nadie cuando haya nacido un nuevo hijo en la familia real, según lo marcado por el protocolo.
A la princesa Catalina de Gales no se le permitió llamar a sus hermanos o padres cuando dio a luz en cada uno de sus embarazos. Tuvo que esperar hasta que su esposo, el príncipe William, le informara a la reina Isabel II.
Aunque esta regla ahora ha sido abolida, afortunadamente para todas las futuras madres de la familia real, durante generaciones, era costumbre que un funcionario del gobierno asistiera a los nacimientos de la realeza británica.
Para que el parto del futuro royal sea lo menos complicado posible, todos los involucrados en el nacimiento deben abstenerse de beber alcohol y viajar, esto tres meses antes de la fecha prevista. La regla se aplica hasta que el o la bebé sea entregado de manera segura.
(Agencias)
Las mujeres de la familia real británica no pueden usar zapatos abiertos, ni mostrar los dedos de los pies, esto como código de vestimenta oficial. Y eso se aplica incluso para las embarazadas que deben luchar constantemente con la hinchazón de pies.