La estrella Tina Turner, murió a los 83 años el pasado 24 de mayo; según informes, la cantante dio su último suspiro por causas naturales mientras se encontraba en su casa en Suiza.
Durante años previos a su partida, la interprete sufrió de diversas enfermedades que debilitaron su cuerpo e incluso pusieron en riesgo su vida y de las cuales habló en su libro “My Love Story”.
Desde hipertensión que la llevó a tener múltiples accidentes cerebrovasculares y cáncer intestinal, hasta una insuficiencia renal que la llevó a necesitar un trasplante de riñón en 2017.
En el año de 1978, Tina Turner fue diagnosticada con hipertensión, padecimiento en el que la presión arterial suele ser inusualmente alta. Tras no recibir tratamiento a tiempo, la cantante presentó insuficiencia renal.
En una entrevista con European Health Kidney Alliance, dijo: "No recuerdo haber recibido nunca una explicación sobre lo que significa la presión arterial alta o cómo afecta al cuerpo. Por lo tanto, realmente no traté de controlarlo".
Después de haber padecido de hipertensión por años, Tina Turner sufrió un derrame cerebral en 2009, año en el que se le informó que el “mal control” de su padecimiento provocó que sus riñones perdieran el 35% de función.
A pesar de haber seguido un tratamiento médico por algunos años, después de su derrame cerebral la cantante decidió no continuar tomando las píldoras.
Tina Turner optó por métodos homeopáticos, los cuales no dieron resultado y empeoraron su condición, teniendo como consecuencia fatiga, náuseas e irritabilidad.
Como los riñones de Tina seguían fallando, la intérprete se tuvo que someter a diálisis, sin embargo, tuvo otro derrame cerebral en 2013, tan solo tres semanas después de casarse con Erwin Bach, su segundo esposo.
En su libro Tina Turner mencionó que estaba aterrorizada de quedar paralizada e incapaz de bailar de nuevo, por lo que luchó para poder caminar de nuevo y retomar su vida.
En el año de 2016, la cantante suiza de origen estadounidense enfrentó un nuevo desafío de salud cuando le diagnosticaron cáncer intestinal.
La interprete de canciones como “Proud Mary” y “The Best” llegó a considerar la eutanasia y se inscribió para ser miembro de la organización internacional Exit, que aboga por la legalización de la eutanasia voluntaria y el suicidio asistido.
"Tenía 70 años. En mi opinión, había vivido lo suficiente y no quería estar en una máquina por el resto de mi vida. Mi madre y mi hermana se habían ido. Pero entonces intervino Erwin, estaba 150% listo para darme su riñón", contó durante una entrevista con Oprah Winfrey en 2018.
El trasplante fue mayormente exitoso, pero no todo fue fácil. Según lo relatado por la misma Tina Turner en sus memorias tituladas “My Love Story”, su cuerpo intentaba rechazar el riñón donado por su esposo, llevándola al hospital en diversas ocasiones y provocandole malestares constantes.
Finalmente, la reconocida cantante dejó este mundo el pasado 24 de mayo en paz y en compañía de su esposo.