(Instagram)
Talina Fernández se ha posicionado, actualmente, como una de las conductoras más queridas de la televisión desde que regresó hace más de un año a la pantalla chica como parte del elenco del programa “Sale el Sol” de Imagen Televisión, debido a su particular estilo de contar las anécdotas personales y profesionales que ha vivido a lo largo de su trayectoria de más de 50 años.
Lo anterior, quedó comprobado en una reciente entrevista que otorgó al programa “De Primera Mano”, en la que confirmó que, tras su salida de Televisa, empresa en la que trabajó por casi cinco décadas, atravesó una difícil situación económica, la cual, la orilló a vender todas sus joyas para poder sobrevivir.
(Talina Fernández / Instagram)
“Sí, llegó un momento en el que tuve que vender mis alhajas. Salí de Televisa, no me dieron, ¿cómo se llama eso cuando te pagan la salida? Pues aquí no me tocó. Entonces, he pasado momentos muy difíciles. No tener dinero y necesitar trabajo no es ninguna vergüenza, nada más hay que seguirlo buscando y ya llegará”, dijo Talina Fernández.
No obstante, la mujer de 77 años de edad, también recordó que en esa complicada situación, recibió la ayuda de varias personas, entre ellas, la del productor del programa “Sale el Sol”, quien decidió contratarla para convertirla en conductora de dicho matutino.
(Talina Fernández / Instagram)
“Extraño mis anillitos, mis aretitos y todo, pero para lo que me queda de vida ni modo que ande yo ahorita en la comida aquí en mi casa toda alhajada, nombre, vale maíz”, agregó Fernández con su especial forma de decir las cosas.
Cabe destacar que hace unos días, la propia Talina confesó que le había dado una nueva oportunidad al amor, al contar, durante una de las emisiones del programa que conduce, que el pasado 31 de diciembre, mientras compraba los productos para hacer su cena de Fin de Año en el súper, una mujer se le acercó para decirle que su tío estaba enamorado de ella.
“La dama del buen decir”, como es mejor conocida Talina Fernández, explicó que conoció a su pretendiente, de nombre José Manuel, el 3 de enero en un café y, que a los pocos días, habían hecho un viaje a Acapulco en donde había disfrutado de una espectacular puesta de sol desde su habitación en el hotel Flamingos.