Además de conquistar la pantalla grande, Silvia Pinal también conquistó los corazones de algunos de los hombres más influyentes de su época.
Su vida amorosa, tan apasionante como un guión cinematográfico, se convirtió en un capítulo fascinante de la historia del espectáculo mexicano. En Clase, te presentamos los amores que marcaron la vida de esta inolvidable diva, quien murió a los 94 años este 28 de noviembre.
Su primer matrimonio fue con Rafael Banquells, director de cine y teatro, cuando apenas tenía 17 años. Aunque la diferencia de edades generó polémica, para la actriz fue una vía de escape del rígido control de su familia. Con Banquells tuvo a su primogénita, Sylvia Pasquel, quien heredó la vena artística de su mamá. No obstante, las restricciones en su matrimonio llevaron al divorcio en 1952, cerrando así su primera gran historia de amor.
El siguiente capítulo en su vida sentimental fue con el cineasta Gustavo Alatriste, a quien conoció en una reunión con el productor Ernesto Alonso. Tras rechazarlo inicialmente, su relación floreció y culminó en un matrimonio en 1961. De esta unión nació Viridiana Alatriste, cuya trágica muerte en 1982 dejó una herida profunda en la familia Pinal. A pesar del dolor, Silvia siempre recordó con cariño a Gustavo, quien la introdujo al mundo del cine de autor a través de Luis Buñuel.
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El romance también tocó la puerta con Emilio Azcárraga Milmo, magnate de Televisa conocido como "El Tigre". Su relación de cuatro años fue un torbellino, marcado por el encanto de Azcárraga y el rechazo de su familia, que no aprobaba la relación debido al estatus de divorciada de la diva. Aunque nunca llegaron al altar, Silvia lo describió como "el amor de su vida", un sentimiento que nunca se apagó.
En 1967, Silvia sorprendió a todos al casarse con el rockero Enrique Guzmán, con quien tuvo dos hijos: Alejandra Guzmán y Luis Enrique Guzmán. A pesar de ser 10 años menor, Enrique conquistó a Silvia con serenatas y una pasión desenfrenada. Sin embargo, las tensiones en la relación, incluidas infidelidades y rumores de violencia, llevaron al divorcio en 1976.
El amor tocó nuevamente a su puerta en 1982 con Tulio Hernández Gómez, entonces gobernador de Tlaxcala. Su matrimonio de 13 años convirtió a Silvia en primera dama del estado, llevándola a incursionar en la política. Aunque esta etapa le ofreció nuevas experiencias, también marcó el fin de sus matrimonios.
No todos sus amores fueron oficiales. Conrad Nicholson Hilton, empresario hotelero y tío abuelo de Paris Hilton, tuvo un breve romance con la actriz tras divorciarse de Elizabeth Taylor. Aunque la relación fue fugaz, es una de las historias menos conocidas de la diva.
Además de estos amores, Silvia Pinal construyó una dinastía familiar que ha dejado huella en el espectáculo mexicano. Sylvia Pasquel brilló en el teatro y la televisión; Alejandra Guzmán conquistó escenarios con su música; y su nieta Stephanie Salas abrió paso a nuevas generaciones con su talento, siendo mamá de la modelo internacional e hija de Luis Miguel, Michelle Salas.
Con su partida, la vida amorosa de Silvia Pinal es un tema que cautiva al público, no solo por los nombres famosos que la rodearon, sino por la intensidad y valentía con las que vivió cada romance.
Con triunfos y desafíos, la actriz dejó claro que su verdadero amor siempre fue la vida misma. Como ella misma dijo: "He amado, he vivido y he dejado una huella en cada paso", una frase que encapsula la pasión con la que construyó su legado, no solo como estrella del cine, sino como mujer y madre.
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