A sus 58 años, Salma Hayek es un claro ejemplo de independencia y perseverancia. Aunque está casada con François-Henri Pinault, CEO del conglomerado de lujo Kering, la actriz declaró que no depende de la cuantiosa fortuna de su esposo, que supera los 31.6 millones de dólares, según Bloomberg.
En una reciente entrevista confesó que, aunque muchos asumen que su vida está "resuelta" gracias a su matrimonio, la realidad es que sigue trabajando arduamente y se mantiene financieramente por sí misma.
Para Salma, tener sus propios ingresos no es solo una elección, sino una fuente de satisfacción y un desafío personal: “Me mantengo sola en muchos aspectos de mi vida y de mí misma. Tengo la presión de ganar una cierta cantidad de dinero, y me gusta. Y ahora, lo he decidido, quiero ganar más”, declaró al Wall Street Journal.
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Su carrera en Hollywood es un testimonio del compromiso con su profesión. Incluso después de casarse con un magnate de la moda en 2009, la actriz continuó sumando proyectos a su carrera. Recientemente, trabajó junto a Angelina Jolie en la producción cinematográfica Without Blood, demostrando que su éxito no es solo una cuestión de “riqueza compartida”, sino de metas personales que ella misma logró alcanzar.
Salma también habló sobre la admiración que su esposo siente por su independencia. “Creo que le parece algo sexy”, confesó durante la entrevista. La intérprete de Teresa, originaria de Coatzacoalcos, Veracruz, reveló que esta autonomía no es solo un rasgo atractivo para el empresario francés, sino un aspecto fundamental de su identidad. Desde sus primeros años, la actriz tuvo que superar diversos obstáculos, incluyendo la crisis económica que afectó a su familia cuando ella tenía poco más de veinte años.
Contrario a la percepción general, Salma menciona que el dinero no le permite desconectarse de los problemas financieros. Por el contrario, admite que el éxito financiero atrae comentarios y relaciones que en ocasiones pueden ser incómodas. “Pensaba que tener mucho dinero me permitiría no pensar en él, pero resultó que es de lo único que algunas personas quieren hablar conmigo”, comentó.
La actriz compartió también detalles de su vida personal y su relación con el magnate, desmintiendo los rumores que apuntaban a que su relación era solo por interés. Han pasado quince años desde que se casaron y la pareja sigue demostrando que su vínculo va más allá de los bienes materiales. Para Salma, la verdadera riqueza radica en su independencia y en la libertad que le brinda su capacidad de mantenerse por sí misma.
A pesar de los lujos que la rodean, Salma asegura que la ambición y la pasión por su trabajo son lo que realmente la motiva. La protagonista de Frida continúa siendo un ejemplo de determinación para muchas mujeres, especialmente aquellas que luchan por abrirse camino y destacar en su propio mérito.
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