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¿Qué te sugiere el nombre Ediciones Marea? ¿Te suena a una editorial de novelas cuya trama se desarrolla en la playa? Pues no, en realidad se trata de una nueva plataforma de producción y venta de obras de arte de edición limitada en México (edicionesmarea.com), de ahí el nombre ‘ediciones’, aunque no tenga nada qué ver con publicaciones.
Pedro Reyes, Dr. Lakra, Claudia Fernández y Mario García Torres son los cuatro artistas mexicanos contemporáneos cuyas obras marcan el lanzamiento de esta iniciativa, liderada por la directora creativa y artística Rita Marimen, de la mano del coleccionista y empresario Rodrigo Peñafiel, y de Jacob Flood, experto en la comercialización y venta de arte contemporáneo.
Rita ha trabajado en diversos proyectos de arte y también en publicidad y creación audiovisual; incluso, fue nominada al Grammy Latino por el video de Yofo, de Molotov. Por su parte, Rodrigo Peñafiel es reconocido por ser pionero en la organización y convocatoria de los eventos sociales más renombrados y exclusivos de México, es referente en el ámbito de las relaciones públicas y uno de los coleccionistas de arte contemporáneo en el país con mayor trayectoria y reconocimiento. Jacob Flood ha desarrollado una carrera trabajando en galerías de arte contemporáneo en la Ciudad de México, Nueva York y Londres, y ha participado activamente en la escena artística de la ciudad desde que llegó, en 2017.
Ediciones Marea tiene como objetivo incentivar el coleccionismo joven al ofrecer piezas de arte de primer nivel, certificadas, creadas en serie pero de pocas piezas, con precios accesibles y que, a su vez, son de gran valor artístico. Platicamos con Rodrigo Peñafiel acerca de este interesante proyecto, y esto nos contó en una muy amena charla.
Rodrigo, cuéntanos ¿qué son las ediciones? ¿a qué se refieren con ese término?
Yo no entendía muy bien de qué se trataba, cuando me hablaban de ediciones pensaba en esta onda que ves en las tiendas afuera de los museos, que son 5 mil reproducciones, y no me llamaba la atención. Yo no sabía que hay obras de artistas que son creadas exprofeso como ediciones, que no son réplicas --no es como una litografía de la Monalisa--, sino que se trata de una pieza creada para existir como edición, vaya, no existe una pieza original que se reprodujo, solo existen las piezas como parte de una serie limitada hecha por el artista para ese proyecto específico, con certificado de autenticidad.
¿Cómo se les ocurrió la idea de ofrecer ediciones en lugar de crear una galería de piezas originales?
Rita tenía muchas ganas de hacer algo así porque me decía ‘Oye, está horrible que a los jóvenes coleccionistas --incluso nosotros-- pues ya no nos alcance para comprar artistas de nuestra generación’, como obra de Pedro Reyes, por ejemplo. Son pocos los que pueden llegar a Lisson Gallery a comprar una obra de 75 mil dólares o de 50 mil libras en este momento.
En México y en el mundo hay una cantidad de artistas up and coming que ves en bienales, en Documenta o en las ferias y que no son accesibles, ni los precios de la obra ni el cómo acercarte a ella. Muchas veces llegas una galería y te da miedo preguntar. No sabes mucho de arte pero te gustó la obra y te dicen que cuesta 100 mil dólares y, claro, te quieres caer de la silla. La idea es ofrecer una opción a quienes quieren coleccionar arte contemporáneo pero que no pueden pagar el precio de una obra única.
¿Nos puedes dar un ejemplo de una edición como de las que estás hablando?
Tenemos, para darte el ejemplo, la escultura que hizo Pedro Reyes para nosotros que es entre un chac mool y la mujer dormida. Cada pieza está trabajada 100% a mano; él hizo el molde original y luego nos fuimos al taller a hacer pruebas de materiales y de horno. Entonces, de alguna manera, son piezas únicas en las que él estuvo realmente muy involucrado.
Obtienes una escultura para poner en un podio, o en una mesa, de un artista del que una obra única vale, no sé, 50 mil dólares, y ésta te cuesta solo 2500. Y tampoco es como si fueran miles de piezas, de esta escultura solo hay 30. Sería como decir ¿cómo le hago para tener una pieza buena de Pedro Reyes si no tengo 50 mil dólares para destinarle? Pues nos dimos a la tarea de crear una escultura en una edición de 30. Literal, la única diferencia entre ésta y otra obra de Pedro es que se hicieron 30 en vez de una.
¿Cuál es entonces la diferencia entre estos múltiples de museo de los que hablas, a una pieza de las de ustedes?
Yo creo que la principal diferencia está en la manufactura y que son hechas a mano. De los múltiples de museo se hacen, no sé, 5 mil piezas y eso a través de un proceso industrial con algún proveedor equis, no es el caso con nosotros.
Algo que está padre de lo que estamos haciendo es que les propusimos a los artistas que hicieran algo de lo que tenían ganas, por ejemplo, esa pieza que llevan años queriendo hacer pero que no entra dentro del tema de su última exposición o de lo que van a llevar a alguna bienal.
El caso perfecto es el del Dr. Lakra, él tiene una colección de muñecos de feria, de esos de plástico, algunos los interviene, otros los tatúa, en fin, lleva años coleccionándolos y su sueño era hacer una pieza que tuviera qué ver con estos muñequitos, pero a Kurimanzutto, su galería, en realidad no les interesaba. Entonces, para su edición con nosotros, creó una figura de plástico, de 30 cms. de alto, con 4 cabezas intercambiables --entonces tú le quitas y le pones la cabeza que quieras y de alguna manera tienes 4 esculturas diferentes--, y él está feliz, hizo una versión verde y una rosa y este es el primer muñeco que hace.
En esta primera etapa ofrecen otras dos ediciones…
Sí, una pieza de Mario García Torres que es el artista mexicano contemporáneo que está en más colecciones de museos del mundo; en el Pompidou tiene piezas, en el Metropolitan, en el ACME, en el MOCA de San Francisco y en el de Los Ángeles, en la Colección Jumex, ¡todo mundo lo colecciona! Y sus cuadros están en un promedio de 18 mil dólares. Entonces, quisimos hacer con él una escultura –casi todos los artistas quisieron hacer objetos y nosotros felices porque en ediciones el objeto es muy impresionante— de este personaje que se llama Xoco que es un niño al que le gusta aburrirse porque estos son los momentos en los que viene la contemplación, la inspiración, en los que observas las estrellas, los árboles, la naturaleza…
Xoco es un personaje de un libro que presentó en Japón y que trata de cómo los niños deberían de volver a aprender a aburrirse, no a estar todo el día con el iPad y con todas estas cosas que hasta les provocan Déficit de Atención, busca que volvamos estos tiempos cuando no tenías que estar viendo Instagram o jugando un jueguito en el celular.
Xoco es un tema recurrente en la obra de Mario y en enero va a presentar un video de él en el museo MARCO de Monterrey. La obra que hizo para nosotros es una escultura de bronce con la figura de este niño -- tiene luz y por lo tanto sirve como lámpara—, disfrazado de fantasma. Aunque cuando te llega en la caja ves a Xoco completo, la idea es que lo tengas siempre disfrazado de fantasma.
La otra es de Claudia Fernández que es artista, pinta y hace objetos; ella ya expuso en el Tamayo, e hizo estas litografías divinas que se llaman ‘Selva naranja’ y ‘Selva morada’ también a un precio muy accesible de 450 dólares --son 11 mil pesos--, están hechas en un taller increíble y vienen acompañadas de esta carpeta gigante rosa grabada con dorado, súper bonita (pusimos mucho cuidado e interés en el packaging). Claudia quiso hacer dos versiones, la morada y la naranja, y al respecto del tema, dijo: “Con la pandemia, además de que volví a dibujar, vi que mucha gente está encerrada y está como ansiosa, esperando volver a la naturaleza, ir a la playa, entonces se me ocurrió hacer estas playas que me dan paz y que me traen esta idea de descanso”.
¿Eso quiere decir que estas obras de las que hemos hablado son específicas para Ediciones Marea? ¿Los artistas no las van a vender en otro lado y no hay más reproducciones que las que tienen ustedes?
Si, y así va a ser siempre. Ahorita estamos en pláticas con 2 artistas, no trabajamos con galerías, sino directo con ellos. Les mandamos una carta y les decimos: “Estamos haciendo este proyecto”. Nosotros no queremos que nos compren los grandes coleccionistas como Eugenio López o Agustín Coppel, estamos buscando a coleccionistas jóvenes y/o nuevos, gente de 45 años para abajo que quiere vivir con arte en su casa pero que no sabe cómo porque no le alcanza, y a los artistas les entusiasma crear estas piezas que están lejos de lo que hacen para sus galerías.
También la idea de un packaging padre, de lujo, es para que si eres un coleccionista nuevo y te llega tu primera pieza, sea de una forma premium. Cada obra está firmada, numerada y te llega con tu certificado, para que sepas que compraste una verdadera pieza de arte y no un múltiple de la tiendita del museo.
¿Todo esto funciona online? ¿no habrá showroom?
La nueva casa de Another Company (la empresa de relaciones públicas que comparte con Jaspar Eyears) es muy grande y tiene permiso de funcionar como galería, así que ahí tendremos un minishowroom de 50 m2, ahí, en Horacio 1022. También, las galerías mexicanas que iban a (la feria de arte contemporáneo) Art Basel en Miami, en diciembre, van a montar un showroom para poder ver las piezas en forma presencial y queremos entrarle a esto junto con Celia Daniel que va a ofrecer unos relojes que se hicieron en colaboración con Eduardo Terrazas y con joyería de Louise Bourgeois –artista famosa por sus arañas--, en oro, cuya venta irá a beneficio del hospital del Instituto Nacional de Pediatría. Nosotros vamos a exhibir ahí las cuatro piezas, las visitas serán con cita y con sana distancia. Pero la idea es que si estás en Chihuahua, en Mérida o donde estés, puedas comprar una pieza.
¿Qué sigue ya que se vendan todas las ediciones de estas cuatro obras?
Estamos en pláticas con Jose Dávila, Pía Camil ya está trabajando y Pedro Reyes nos dio algunas opciones interesantes de nombres de artistas que no son mexicanos, como una impresionante peruana de 85 años que se llama Teresa Burga, o Antonio Caro, de Colombia, que es quien hace estas cosas de las botellas de Coca-Cola con el logo de Colombia, que queremos contactar e invitar. Sería increíble hacer algo con Francis Alÿs, por ejemplo.
¿Piensan trabajar solamente con arte contemporáneo?
Sí, por lo pronto, sí.
¿Los precios qué rango van a tener? ¿de qué cantidad no van a pasar?
En esta primera edición el tope fue de 3 mil dólares, que es lo que cuesta la escultura de Mario, y tenemos pensado no pasar nunca de 5 mil dólares, para abajo creo que lo mínimo serían 400 dólares. Estamos hablando de ediciones de 30 piezas de cada obra en promedio, máximo 50. Lo que sí va a pasar es que, por ejemplo, las esculturas de Lakra van a volar y seguramente dentro de un año ya van a costar mucho más, pero bueno, eso ya no es negocio nuestro, eso pasa también con las galerías y así es el mercado del arte.
Lo que queremos es ofrecer piezas de primerísima calidad, hechas con altísima calidad en los mismos talleres con los que los artistas hacen sus obras únicas, entregadas con un packaging de primerísima calidad a unos precios muy accesibles, para invitar a nuevos y jóvenes coleccionistas a empezar a hacer una colección de obra de artistas contemporáneos, mexicanos y de otros países, fregones, posicionados, con carrera, para que tengas arte de calidad en tu casa.
¿Cómo te describirías como hombre de arte?
Creo que me podría describir como un promotor de arte contemporáneo, porque me falta mucho para considerarme un coleccionista serio, pero sí, definitivamente, soy un aficionado y un curioso del arte.