A principios de año, el nombre del príncipe Andrés, hijo de la reina Isabel II, se relacionó con el caso de Jeffrey Epstein, quien en 2019 fue acusado de reclutar, preparar y abusar de menores de edad entre 1994 y 2004.
El hermano del rey Carlos III ya se había relacionado antes con la investigación, sin embargo, fue hasta enero de este año que una presunta víctima del príncipe rompió el silencio acerca de un supuesto pago que el duque de York habría realizado por tener un encuentro íntimo con ella.
La demandante, Virginia Guiffre, es una de las víctimas de la red criminal creada por Jeffrey Epstein, fallecido en 2019 tras dictarle una sentencia en el Metropolitan Correctional Center.
Después de los rumores y de que el príncipe Andrés anunciara su retiro de las funciones públicas en medio de la polémica, en 2019, la investigación parece haber quedado obsoleta e incluso parece que se detuvo, debido a que las autoridades están priorizando la investigación recientemente destapada en torno a Sean ‘Diddy’ Combs.
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La investigación en torno a la relación entre el príncipe Andrés y Jeffrey Epstein no continuará en pie, debido a que no se han encontrado ‘pistas nuevas’, según recoge la prensa británica. Medios como Daily Mirror aseguran que la investigación relacionada al duque de York no avanzará hasta que se presenten nuevas pruebas.
Sin embargo, Daily Mail asegura que las víctimas se encuentran frustradas, además de que acusan un ‘encubrimiento sistemático’, pues aseguran que los recursos se están desviando para trabajar en el caso de Sean ‘Diddy’ Combs.
Sean John Combs, conocido como P. Diddy se encuentra en prisión desde el pasado 16 de septiembre, enfrentando cargos por extorsión, tráfico sexual forzado y prostitución.
En el centro de esta controversia y de su investigación, se encuentran las tan mencionadas fiestas, en las que se congregaban diferentes personalidades más influyentes del entretenimiento, según las más recientes revelaciones.
Ahora, parece que los hallazgos de esta investigación resultan mucho más prometedores que la investigación en torno a la relación del príncipe Andrés y Jeffrey Epstein, un caso que conmocionó al mundo entero, y que alcanzó a paralizar a la corona inglesa, pues el príncipe Andrés, el segundo hijo de la fallecida reina Isabel II, sufrió un grave impacto en su reputación y posición dentro de la familia real debido a su vinculación con el escándalo del empresario.
Tras ser despojado de sus títulos militares y patrocinios reales, ahora se enfrenta a la posibilidad de perder la protección de seguridad que la monarquía ha financiado, lo que refleja la presión para que se aleje de la propiedad.
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