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Tras una recuperación de más de 30 días, el Papa Francisco fue dado de alta este domingo después de más de cinco semanas de hospitalización debido a una neumonía bilateral. A pesar de encontrarse aún débil, el pontífice de 88 años sorprendió a los fieles que lo esperaban en los alrededores del Hospital Gemelli de Roma, saludando y agradeciendo su apoyo.
Sentado en una silla de ruedas y con voz débil, el Papa se dirigió a la multitud reunida, que lo recibió con entusiasmo. “¡Gracias a todos!”, dijo con una tenue sonrisa, mientras miraba a los asistentes desde un balcón del hospital, donde permaneció un par de minutos antes de ser dado de alta y trasladado a su residencia en el Vaticano.
El Vaticano había confirmado este sábado que el pontífice sería dado de alta tras pasar más de un mes internado por una grave infección respiratoria que le causó una neumonía doble.
Aunque el Papa de 88 años ya no padece neumonía, los médicos advirtieron que no está completamente recuperado. La debilidad física persiste y su voz, aún afectada por los efectos de la enfermedad, necesitará tiempo para recuperarse por completo.
A pesar de ello, el equipo médico ha señalado que, si su recuperación continúa según lo esperado, el Papa pronto podría retomar sus actividades.
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Papa Francisco es dado de alta después de más de un mes de hospitalización
Fue a mediados del mes pasado cuando el pontífice argentino, que padece una enfermedad pulmonar crónica y sufrió la extirpación parcial de un pulmón en su juventud, fue ingresado en el hospital Gemelli debido a una bronquitis que empeoró con el tiempo. A su llegada, los médicos diagnosticaron una infección respiratoria compleja, originada por causas bacterianas, virales y fúngicas.
La situación se complicó rápidamente con el desarrollo de neumonía en ambos pulmones. Uno de los momentos más críticos ocurrió el 28 de febrero, cuando el Papa sufrió un ataque de tos severo,.
Pocos días después, el pontífice vivió dos crisis respiratorias, lo que hizo que se mantuviera en estado crítico por varias semanas. Sin embargo, pesar de estos contratiempos, el Papa nunca fue intubado y siempre mantuvo la consciencia.
Aunque la enfermedad afectó su apetito, los médicos aseguran que su recuperación es estable y que la tendencia es positiva. Tras ser dado de alta, el Papa Francisco se mostró agradecido con sus seguidores y con el personal médico que lo atendió durante su hospitalización.
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