Estamos a un día de presenciar uno de los eventos más importantes de la industria cinematográfica, los premios de la Academia, mejor conocidos como los premios Oscar, en donde las películas, producciones y actores serán acreedores a las estatuillas más significativas del mundo del cine.
Sin embargo, estas estatuillas tienen una historia muy interesante que ha tenido grandes cambios a lo largo de su creación, pues fueron hechas en 1928, para dar reconocimiento a cada uno de los integrantes de las producciones cinematográficas, dentro de los prestigiosos premios Oscar.
La estatuilla original fue esculpida hace más de 90 años, por el artista norteamericano George Stanley, cuando recién se creó la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMPAS) de Estados Unidos.
El diseño consiste de una figura de bronce macizo y era fraguada por Guido Nelli en la California Bronze Foundry. Este trofeo muestra a un hombre desnudo sosteniendo una espada, parado sobre un rollo de película. El diseño fue pensado para simbolizar el honor artístico, además de la victoria y por supuesto la industria del cine.
El trofeo más codiciado en el mundo de cine, sufrió algunos cambios a lo largo de toda su historia pues desde 1980 y hasta 2015, las estatuillas fueron manufacturadas en una compañía de trofeos en la ciudad de Chicago, Illinois, donde eran fraguados en metal de Britania y chapados en oro.
No obstante, en 2015 la Academia quiso volver a sus orígenes, por lo que buscaron a otro socio que les diera una imagen asociada al clásico Oscar. Polich Tallix y Epner Technology fueron los elegidos para continuar con el legado.
Para la fabricación de cada una de las estatuillas que se disputa la industria del cine, Polich Tallix es la encargada de fabricarlas, por lo que se necesitan más de 80 empleados y les puede llevar aproximadamente 3 meses terminar todo el proceso de creación.
Después de que las piezas están listas pasan a manos de Epner Technology, quienes se encargan de fundir en un baño de 24 quilates, el Óscar. Una vez terminado el proceso, regresa a manos de Polich para ensamblar sus piezas que terminan en una figura de más de 33 centímetros de altura y con un peso de casi cuatro kilos.
Como era de esperarse, los fabricantes aún no conocen a los ganadores, por lo que se necesita crear al rededor de 230 etiquetas con el nombre de cada uno de los nominados de la noche, por lo que al final de toda la gala, se agrega el elemento para personalizar la estatuilla del ganador.
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