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El pueblo indígena yanomami, que afronta una grave crisis humanitaria y sanitaria en la Amazonía brasileña, propuso este domingo que los premios Oscar entreguen una figurilla alternativa y no la tradicional de oro que reciben los premiados del cine.
"Uno de los mayores símbolos del éxito puede estar en breve en sus manos: el Oscar, pero su símbolo de éxito tiene un precio mucho mayor para nuestro pueblo", declaró en un mensaje de video el líder de la etnia Júnior Hekurari.
(Un piloto de avión que trabaja en la minería ilegal muestra oro extraído ilegalmente del territorio indígena yanomami en Alto Alegre, Brasil / AP)
El mensaje, divulgado por la Urihi Associação Yanomami, fue acompañado por el anuncio de que los nominados a los Oscar 2023, premios que se entregan este domingo, 12 de marzo, en Los Ángeles, recibirán mensajes de alerta de la entidad sobre extracción ilegal de oro en la Amazonia.
"Ofrezco una figurilla diferente, la de nuestro héroe Omama, creador y guerrero de la Amazonía y del pueblo yanomami. Omama simboliza protección pero hasta Omama necesita de aliados contra el oro ilegal y su costo para nuestro pueblo y nuestra tierra", subrayó Herukari.
(Vista aérea de una casa en llamas de mineros ilegales durante una operación del Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables contra la deforestación en territorio yanomami / AP)
La campaña "Costo de Oro" propone así que la actual figurilla de oro de 24 quilates sea reemplazada por una de madera del héroe divino que protege la reserva Yanomami, de la cual han sido expulsados este año casi 20 mil mineros ilegales.
En los últimos 4 años, alentados por políticas impulsadas por el ahora expresidente Jair Bolsonaro, la minería ilegal tuvo una notable expansión en toda la región amazónica e incluso llegó a las tierras indígenas.
A mediados de enero pasado, el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumió el poder el primer día de este año, descubrió una gravísima situación humanitaria y sanitaria en la tierra Yanomami, habitada por esa etnia en el norte del país, en la frontera con Venezuela. Según las autoridades, una de las razones de esa crisis fue la masiva actividad de mineros ilegales, que han contaminado ríos con mercurio y devastado parte de ese territorio, habitado por cerca de 30 mil indígenas.
Lula ordenó la inmediata retirada de esos mineros y determinó el envío de una cuantiosa ayuda humanitaria a los indígenas, que durante los últimos años habían denunciado varias veces la situación, pero sin encontrar eco en el gobierno anterior. El último viernes, una delegación oficial venezolana, encabezada por el viceministro para América Latina de la Cancillería, Ránder Peña, visitó los ministerios brasileños de Relaciones y Exteriores y Salud para abordar asuntos sanitarios, entre ellos el de los yanomamis.
La cooperación en salud en la frontera coordinará "acciones de asistencia al pueblo yanomami, como combate a la malaria, tuberculosis, desnutrición y HIV y campañas de vacunación, saneamiento y salud materno-infantil", según informó la cancillería de Brasil