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En un ambiente muy campirano, este viernes se celebró el bautizo de Nirvana, nieta de Alejandro Fernández, en el icónico rancho Los Tres Potrillos. La pequeña Nirvana, hija de Alex Fernández y su esposa Alexia Hernández, recibió este sacramento en una ceremonia llena de amor y tradición familiar.
El bautizo de la pequeña Nirvana se realizó poco más de nueve meses después de que le dieran la bienvenida, en enero de este año. La llegada de Nirvana fue un momento de inmensa alegría para la familia Fernández, y el pasado 7 de enero, Alex Fernández y Alexia Hernández, sus papás, confirmaron su nacimiento.
Nirvana, quien se unió a su hermana mayor Mía, nacida el 17 de marzo de 2022, ha sumado más amor y felicidad a la familia.
Desde su boda en 2022, tras más de una década de noviazgo, Alex y Alexia han formado una familia amorosa y unida, compartiendo cada momento especial con sus seres queridos. La familia Fernández, conocida por su cercanía y apoyo mutuo, celebró con gran entusiasmo el bautizo de la pequeña Nirvana.
La celebración, que contó con la presencia de familiares y amigos cercanos, fue inmortalizada en imágenes compartidas por Karla Laveaga, novia de Alejandro Fernández.
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La hermosa celebración por el bautizo de Nirvana, nieta de Alejandro Fernández
En las fotos compartidas por la modelo e influencer, Karla Laveaga, se puede ver a Alejandro Fernández, América Fernández y otros invitados luciendo espectaculares looks campiranos, acompañados de sombreros norteños y botas vaqueras, en sintonía con la temática del evento.
Además, en las fotografías se aprecia el hermoso paisaje del Rancho Los Tres Potrillos, con un lago que enmarca las postales.
La modelo e influencer se dejó ver acompañada de Alejandro Fernández, el orgulloso abuelo de Nirvana.
La ceremonia de bautizo de Nirvana se dio después de que la familia compartiera tiernas fotografías de sus disfraces de Halloween, donde aparecen las pequeñas Mía y Nirvana, junto con sus papás, con tiernos disfraces.
Como de costumbre, ceremonia de bautizo de Nirvana no solo fue un evento religioso, sino también una oportunidad para que la familia y amigos cercanos se reunieran y celebraran el amor y la unión que caracteriza a los Fernández.
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