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El 26 de marzo pasado, a los 91 años, falleció en su casa de Tequisquiapan, Querétaro, Marie Paule Sophie Kitzia Poniatowska Amor, princesa Poniatowska, mejor conocida como Kitzia Poniatowska Amor, quien fuera hija de María Dolores Paulette Amor Yturbe y del príncipe Jean Ciolek Poniatowski, descendiente del último rey de Polonia.
Fue hermana menor de la escritora Elena Poniatowska y madre de la socialité Kitzia Nin Poniatowska, así como de Pablo, Alejandro, Diego y Santiago Aspe Poniatowski.
Estuvo casada con Pablo Aspe, padre de sus cuatro hijos mayores; con Charlie Nin, padre de Kitzia; y con el médico de su hijo Alejandro, el doctor Conrad Moore.
Después del fallecimiento de la princesa Poniatowska a causa de una neumonía, se realizó una misa en Tequisquiapan y una segunda eucaristía con sus cenizas en la Ciudad de México en la iglesia de San Ignacio de Loyola, en Polanco.
A la emotiva misa, oficiada por el padre Ignacio Camarena Arias, legionario de Cristo y amigo de la familia, asistieron familiares y allegados, quienes se emocionaron con la espectacular interpretación coral a cargo del Coro Promúsica, que interpretó a lo largo de la celebración eucarística piezas como el Kyrie de la Misa de Coronación de Mozart, Sanctus del Réquiem de Mozart y el Aleluya del Mesías de Häendel, entre otras piezas más.
En la homilía, el sacerdote habló de como la vida de Kitzia Poniatowska había sido desde siempre una aventura, pues ella y su familia, sus padres y su hermana Elena, llegaron desde París, cuando tenía 10 años, en 1944, a bordo del trasatlántico español Marqués de Comillas, huyendo de la guerra.
Habló también de su forma de ser, describiéndola como una mujer apasionada, intensa y muy generosa, así como de su entrega en el cuidado de su hijo Alejandro, quien sufrió un accidente automovilístico a los 17 años que lo dejó cuadripléjico después de un coma que se prolongó por largos meses y quien muriera en 2009, 36 años después de su accidente.
Kitzia Poniatowska en vida fue una amante de las artes y la cultura; además de ser una talentosa bailarina que dejó el ballet al quedar embarazada de su primer hijo, también fue pintora y escribió sus diarios, los cuales Kitzia Nin, su hija, convirtió en la novela Los demonios del dolor.
“Mi hermana tuvo una gran devoción por mi padre; era una mujer muy generosa, muy dada a la risa, suscitaba muchísima simpatía en los demás y amaba bárbaramente a los animales”, compartió la escritora Elena Poniatowska con VIP y CLASE de El Universal.
Por su parte, visiblemente conmovida, Kitzia, su única hija, nos dijo: “Todo lo que soy y todo lo que no soy, es gracias a ella. Fue una mujer compleja, intensa, divina y tuve la suerte de que fuera mi madre. Es un dolor muy profundo, pero celebro su vida”.
Kitzia Nin Poniatowska despide a su mamá con entrañable mensaje
Kitzia Nin compartió con Revista Clase y VIP de El Universal que su mamá se fue rodeada del cariño de su familia y de sus mascotas. “Mamá te fuiste en mis brazos. Exhalaste tu último suspiro y tu corazón latió por última vez. Te fuiste un miércoles 26, en plenos inicios de la primavera: un día soleado, airoso, las jacarandas y las buganvillas en flor y el fresno del fondo del jardín bailando al ritmo del viento”.
“Kitzia, Kitzia, Kitzia: única, irrepetible, bella, generosa, compasiva, como también intolerante e iracunda. Mujer maravillosa, compleja y valiente a quien tengo el privilegio de llamar mamá. Descansa, te amo, gracias por todo y tanto. Vuela alto mamá. Todo mi amor para ti, siempre siempre, siempre”.
Descanse en paz, la princesa Kitzia Poniatowska Amor.
