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Luego de enfrentar problemas con su salud, el empresario Federico Sada murió a los 73 años. El empresario fue director de Vitro y esposo de Liliana Melo de Sada.
Federico y Liliana estuvieron casi cinco décadas juntos, tuvieron tres hijos, seis nietos y juntos trabajaron con la misión de ayudar a los demás. El exdirector general de Vitro, cuyos antepasados fundaron esta empresa, y la reconocida y promotora cultural formaron una de las parejas más entrañables.
En 2018, Federico y Liliana invitaron a Clase a su casa de Acapulco, donde nos contaron sobre el inicio de su relación, de sus hijos y de la primera tragedia que vivieron juntos.
Aquí les dejamos un extracto de una gran plática que siempre llevaremos en el corazón.
Acapulco, 2018. Liliana y Federico, con sus hijos, experimentaron una de las tragedias más grande como familia. El empresario estaba a punto de bañarse, a las siete de la mañana, cuando se resbaló y se dañó las cervicales.
“Fue bien complicado porque estuvo a punto de quedarse parapléjico y lo operaron en Monterrey dos veces, no funcionó, pero le salvaron la vida", relató Liliana Melo. "Fueron como seis operaciones de gravedad de 10 y de 12 horas, muy difícil”. Su esposo se había quebrado la tercera, cuarta y quinta cervical y al operarlo le pusieron unas de titanio.
(Federico Sada y Liliana Melo. Cortesía)
“Es un milagro que Federico esté vivo, que camine, porque los doctores de México de pronto nos decían: ‘No sabemos si va a poder caminar’. Las terapias fueron muy intensas para que caminara, como dos años”, relató la filántropa.
Por esa razón, su casa de Acapulco, donde nos recibieron hace algunos años, adquirió tal importancia, debido al clima que ayudaba a la recuperación del empresario. Este accidente coincidió con la muerte de su papá, Adrián Sada Treviño, y en noviembre de 2008, el esposo de Liliana presentó su renuncia a la dirección general de Vitro.
La historia de amor de Liliana y Federico fue especial. En aquel entonces nos contaron que ella salía con un primo de él en el momento en que sus miradas se cruzaron. Él tenía seis meses de vivir en Monterrey, pues desde los 12 años vivía en Estados Unidos.
“Se me hizo muy guapo, interesante, pero tenía 15 años, él tenía 23, yo ni siquiera estaba pensando en casarme”, admite Liliana. Él, sin dudarlo, dice que le pareció “hermosa” desde que la vio.
Y así, a los 17 años y tras un año y ocho meses de noviazgo, una joven y radiante Liliana Melo se casó con Federico Sada el 28 de junio de 1973 en la iglesia de Fátima.
Federico Sada estudió una maestría en administración en la ciudad suiza de Lausana durante casi dos años. Pero a los seis meses, una agradable sorpresa llegó a sus vidas: estaban esperando a su primera hija, Liliana. “Nos asustamos mucho porque nosotros pensábamos tener hijos cuando termináramos la maestría, ya en Monterrey, ya acomodados en la casa, nunca nos imaginamos esa sorpresa. Luego fuimos los papás más felices del mundo cuando nació Liliana, pero sí, no tienes ayuda, vives en un país completamente distinto, no tienes familia, no conoces a nadie”, nos contó Liliana, quien se estrenó como mamá a los 19 años.
Liliana Melo de Sada y Federico Sada nos revelaron el secreto para llevar un matrimonio exitoso y duradero: perdonar y perdonar.
"Yo creo que en el matrimonio hay dos cosas que todos tenemos que hacer y que se nos olvida: perdonar y perdonar. La misma Biblia dice 70 veces siete, y siempre tener mucha compasión de tu pareja. Alguien el otro día me definió que la compasión es ‘compartir el dolor’ y cuando te pones en los pies del otro, te ayuda mucho a sobrellevar todo, la empatía, pero yo creo que está basada mucho en la compasión”, aseguró la promotora cultural.
"Paciencia, tenacidad, perseverancia, cariño y amor”, agregó Federico.
Descanse en paz.