En la serie Sierra Madre: Prohibido pasar, el actor Miguel Rodarte da vida a Marcos Parra, un empresario y miembro de una de las familias más poderosas del municipio de San Pedro Garza García, en Nuevo León, quien ve la oportunidad de lanzar su carrera política cuando la seguridad y la estabilidad del sector privilegiado del estado se ven amenazados por la delincuencia.
Con una carrera llena de personajes relevantes y que incluso se podría decir que se han convertido en íconos del imaginario colectivo mexicano, hablamos con el intérprete sobre esta participación que, además, cobra una particular relevancia ante un México politizado y polarizado. Al respecto, el histrión reflexiona sobre el pasado, presente y futuro al que anhela llegar y sobre el que espera contribuir con sus roles.
Desde el principio de mi carrera como actor me propuse ser versátil y no encasillarme en un solo registro sino ir ampliando mi rango de interpretación. Cuando hice al Tigre de Santa Julia, después busqué un personaje totalmente opuesto, y aunque a veces me topé con “primos” de mis personajes, siempre me han atraído retos nuevos. Cuando llegó Sierra Madre a mis manos y contemplé la posibilidad de hacerla, fue porque me topé con un guion muy bien escrito y una historia sumamente relevante. El universo que retrata la serie es único y así fue como pensé que esta historia tiene todos los ingredientes para ser fuerte, atractiva, con personajes inusuales y creo que eso fue lo que me atrajo.
Con este personaje pude ser parte de la élite de la élite y eso lo hizo divertido, sin embargo, Marcos Parra está tratando de comprobar que es capaz de ser un líder y dejar una huella en su sociedad, además un impacto positivo en su comunidad. Eso no le sale al principio y lo mete en una batalla, este es un aspecto muy vulnerable de este personaje que vive en un universo muy divertido y fascinante al que me gustó mucho acercarme.
Hay algo en Marcos Parra que habla de una vocación real de servicio. Me quedo pensando en que, si en la vida real existiera alguien con ese nivel de acceso, seguramente la pregunta sería qué camino tomar. Se puede optar por una vida de frivolidad, fiestas y aviones privados o andar en la búsqueda de lograr dejar una huella positiva. Este personaje está lleno de lecciones valiosas.
Este es el momento en el que necesitamos más que nunca a los agentes de cambio. Hace falta más gente que se atreva a hacer las cosas de manera distinta y que vaya más allá de lo preestablecido y genere impacto. Justo ahora es cuando deben surgir líderes reales que se atrevan a hacer cosas importantes y que además las digan con claridad. Así como Marcos Parra se enfoca en buscar cambios positivos, a mi igual me gustaría ser un agente de cambio ante las necesidades que estamos viviendo en nuestros tiempos.
Cero. Mientras más conozco a los políticos menos ganas tengo de serlo. Soy mejor actor que político y aunque me hace feliz de hacer personajes políticos, hasta ahí llego. La verdad es que siempre me ha intrigado la política, sobre todo la parte histórica, sin embargo, el sistema en México está tan corrompido que si uno quiere ser político el sistema te lleva consigo. Se me vienen a la mente muchas preguntas ¿Cómo cruzar ese pantano sin mancharse las alas? ¿Cómo mantenerse fiel a una vocación de servicio real cuando muchos inician su servicio público con convicción y pasado el tiempo se les olvida?
Creo que uniéndonos como sociedad podemos lograr cambios. Ahorita todos los esfuerzos que se están haciendo son para dividirnos y es una situación muy peligrosa porque puede propiciar condiciones desfavorables para la sociedad.
Esta historia está basada en hechos reales y en un periodo muy específico e incluso dantesco de Monterrey. Los escritores se inspiraron en personajes de la vida real y yo obviamente leí sobré la trayectoria de Mauricio Fernández, pero también la de muchos otros como, por ejemplo, el estilo de vida de los sobrinos de Salinas Pliego, los Sada etc. Obviamente referencié a todos con la finalidad de crear a Marcos Parra porque este es un personaje completamente único. Si la idea hubiera sido hacer a Mauricio Fernández, creo que para empezar le hubieran llamado a otro actor, yo no doy el tipo. Como inspiración, sí hay elementos que me sirvieron de él, pero también de muchos otros personajes de la vida de San Pedro Garza.
¡Nombre! Siento que apenas estoy empezando. Sé que estoy agarrando un nuevo vuelo, pero no siento que ya haya hecho todo lo que quería hacer. Hay una gran ventaja con el oficio del actor, y es que a medida que vas madurando como persona, tu manera de realizar este oficio va madurando también. Ahora que soy más grande, eso me da posibilidad de hacer otro tipo de roles y un montón de puertas abiertas.
Siempre estoy muy abierto a lo que el universo tenga para mí. Me gustan los personajes con complejidad interna pero no necesariamente tienen que ser muy conocidos o que representen el arquetipo del súper poderoso porque también me gusta la sencillez. Hoy por hoy, entiendo que cada personaje me ha aportado algo porque son versiones ficticias de mí mismo que en un momento específico de mi vida me han sumado, pero ahora busco personajes con calidad humana y que su discurso resuene con las necesidades que tenemos como sociedad
Me he transformado mucho desde que arranqué mi carrera hace más de 20 años. He pasado por muchas experiencias y etapas en las que he vivido lo que en ese momento sentí correcto. Ahora que lo veo en retrospectiva, me pregunto si debí haber aprovechado o si me debí haber aplicado más en algo, pero la verdad es que siempre me ha ido muy bien y siempre he tomado las oportunidades que se me han presentado.
En estos años he aprendido que las experiencias personales marcan mucho como perder familiares, amigos y muchas cosas que a través del dolor te obligan a buscar repuestas. Yo siempre he buscado la autoexploración y siempre me he tenido esta intención de saber quién soy y cómo opero, cuáles son mis confines.
Además de Sierra Madre, para finales de verano vamos a estrenar Las Azules, una historia que transporta a 1971 cuando se formó el primer cuerpo policiaco femenil en México. Un proyecto súper interesante que va a proyectar a quienes lo vean el entorno cultural, político y social de la mujer en México en esa época y los enfrentará a qué tanto ha cambiado con los años.
En septiembre estreno Casi el paraíso, una película padrísima y después una comedia que hice con Vix que se llama La Banda. También haré Noche de Ficheros, otra comedia que seguro les va a gustar.