Jill Biden. (Foto: EFE)
Como parte de las ceremonias de cambio de poderes en los Estados Unidos, es tradicional que la primera dama saliente invite a su sucesora a tomar el té y a un tour de la Casa Blanca, pero eso no sucedió en el cambio de poderes de Donald Trump a Joe Biden.
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Ashley Biden, la hija del presidente electo de los Estados Unidos, Joe Biden, confirmó en una entrevista que salió al aire hoy por "NBC News" que Melania Trump nunca se puso en contacto con su madre, Jill, para extender esta invitación, rompiendo así una de las tradiciones más arraigadas de la transición de poderes entre administraciones en el país vecino.
"Creo que no pensaron en cumplir con el protocolo, lo cual es triste, pero siento que estamos todos bien con eso" dijo en esta entrevista la próxima "primera hija".
Normalmente, Melania habría invitado a Jill Biden a una tarde de té y a un tour de su futuro hogar en los días entre el anuncio de los resultados de las elecciones y la ceremonia inaugural. El gesto simboliza la transición pacífica entre administraciones y las "primeras familias" del pasado --incluidos los Obama-- han coincidido en que los encuentros entre las familias entrantes y salientes de la Casa Blanca son esenciales para lograr una transición sin tropiezos.
Melania Trump y Michelle Obama. (Foto: Archivo El Universal)
Donald Trump se ha rehusado a conceder la derrota aún al día de hoy, y continúa alegando que las elecciones "fueron robadas" y "estuvieron arregladas" por los demócratas, una teoría de la conspiración que, además de ya probadamente falsa, provocó que cientos de sus seguidores trataran de entrar al Capitolio por la fuerza, en uno de los episodios más lamentables de la historia moderna de los Estados Unidos.
Trump anunció vía Twitter que no asistiría mañana 20 de enero a la ceremonia de cambio de poderes, a lo cual Joe Biden respondió que eso era "algo bueno"; sin embargo, Biden aseguró que el vicepresidente Mike Pence, quien sí confirmó su asistencia a los eventos inaugurales, era muy bienvenido.
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Se espera que tanto Donald como Melania Trump no asistan a la inauguración --otra significativa ruptura de las tradiciones-- y que, en su lugar, vuelen a su resort Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida, aproximadamente al mediodía, después de una ceremonia de despedida en la base Andrews, ubicada en Maryland, cercana a la Casa Blanca.
Melania lanzó un video de despedida el lunes pasado, en el que dijo que estos años en la Casa Blanca habían sido "el honor más grande de su vida".