Desde hace unos días se dio a conocer que Meghan Markle y el príncipe Harry disfrutaron de unas vacaciones por Portugal y otras partes de Europa, en donde no sólo se dieron tiempo de asistir a los Juegos Invictus en Dusseldorf, que finalizaron el 16 de septiembre en Alemania, sino que también se dieron tiempo de hacer una visita familiar muy especial.
Harry y su esposa visitaron a Eugenia, quien recientemente se convirtió en madre de Ernest, su segundo hijo, Ernest George Ronnie Brooksbank nació el pasado 30 de mayo.
"Jack y yo queríamos compartir la noticia de que tuvimos a nuestro pequeño, Ernest George Ronnie Brooksbank, el 30 de mayo de 2023 a las 8:49 con un peso de 3,220 kg. Lleva el nombre de su tatarabuelo George, su abuelo George y mi abuelo Ronald. A Augie ya le encanta ser hermano mayor"
Según detalla la publicación portuguesa, Nova Gente , los Sussex volaron a Lisboa y se dirigieron directamente a Melides, donde viven Jack y Eugenia. Ahí se hospedaron y tuvieron cuatro días llenos de convivencia antes de encontrarse con sus pequeños en California, pues en esta ocasión, los Sussex tuvieron un viaje ‘lunamielero’, sin Archie ni Lilibet.
Aunque no existen mayores detalles sobre el especial encuentro con su nuevo sobrino, no resulta difícil adivinar que Harry y Meghan tuvieron días de ensueño, pues Eugenia vive en una exclusiva región que cuenta con playas vírgenes donde se puede practicar surf, vela, snorkel y remo, así como realizar cruceros en catamarán para ver delfines, montar a caballo y cazar jabalíes.
De acuerdo con la información publicada por el sitio europeo, es posible que Jack y Eugenia hayan llevado a Harry y Meghan a algunos de los lugares de reunión sociables del desarrollo, como CasaNova, un restaurante de playa elegante y destartalado que ofrece cenas en la arena pero que también tiene un salón privado. O podrían haber pasado el rato en The Nest, una casa en el árbol para adultos escondida entre los pinos con vistas al campo de golf y al océano. Un lugar perfecto para una puesta de sol.