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Meghan Markle llegó a la primaria Robb de Uvalde, en Texas, para ofrendar unas flores en memoria de las víctimas del tiroteo que dejó 19 niños y dos profesoras muertas. La esposa del príncipe Harry llegó con una gorra negra, jeans y una t-shirt blanca, aparentemente sin prestar atención a la prensa ahí presente.
En un acto de solidaridad con las familias afectadas, la actriz viajó de su casa ubicada en Montecito, California, al lugar de la masacre. Un ramo de flores blancas fue colocado en la cruz de uno de los pequeños muertos, Uziyah García.
Luego de permanecer unos segundos en cuclillas, Meghan de Sussex se levantó para caminar cerca de las otras cruces de madera blanca.
Pensativa y sin hacer caso al llamamiento de los reporteros, Meghan Markle se resguardó en Alberto Álvarez, jefe de su equipo de seguridad que viajó con ella hasta el poblado que está de luto.
De acuerdo con reportes, la actriz y duquesa se ha mostrado a favor de la regulación de ventas de armas.
Hace dos días, el papá de Meghan, Thomas Markle, fue internado de emergencia tras sufrir un derrame cerebral en Rosarito, Baja California, sin que hasta el momento se sepa que su hija haya ido a visitarlo.
De acuerdo con Samantha Markle, media hermana de la duquesa, los gastos hospitalarios están corriendo totalmente por cuenta del hombre de 77 años.
