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La vida de Matthew Perry estuvo rodeada de diversas turbulencias antes de su muerte, lamentablemente, su mala relación con las adicciones y el consumo de sustancias, parece seguirlo hasta después de su fallecimiento, pues desde hace unas semanas, cuando se reveló el resultado de su autopsia, han surgido nuevas aseveraciones que aseguran que el actor no era precisamente la buena persona que aparentaba ser.
Luego de que se revelara que la causa de muerte fue una sobredosis accidental de ketamina, fue un testigo anónimo el que confesó que el actor tendría una mala relación con el consumo real de sustancias, asegurando que habría mentido a todo su entorno sobre su presunta rehabilitación.
Ahora, ha salido a la luz que el actor que dio vida a Chandler Bing tenía un historial de abuso, según afirmaron tres fuentes anónimas a Us Weekly, que dedicó su portada de este miércoles para hablar del caso.
"Era abusivo verbal, emocional y físicamente, totalmente cruel y manipulador", alegó una fuente, calificando a Perry de persona "manipuladora. Lo único que sabía hacer era causar dolor y hacerse la víctima", afirmó una fuente anónima.
"Todos los cercanos a Matthew decían que murió por una sobredosis", afirmó otra de las fuentes, alegando que los amigos de Perry pensaban que nunca había abordado adecuadamente sus problemas de salud mental y que se "aislaría", sin embargo, este segundo testimonio contrasta con la idea principal, pues asegura que el actor destinó fuertes sumas de dinero para mantenerse sobrio.
No obstante, la tercera fuente también afirmó que Perry era conocido por golpear paredes, voltear mesas y arrojar cosas durante sus arrebatos de ira, secundando la primera versión de carácter irritable y explosivo del gran amigo de Jennifer Aniston, a quien consideró como una persona feliz en los días previos a su deceso.
Este último reporte contrasta totalmente con la información que dio su ex, Kayti Edwards, quien fue pareja de Matthew en 2006; pues aseguró en 2020 para el diario británico ‘The Sun’ que ella fue una fiel testigo de lo mucho que el actor se esforzó por mantenerse sobrio. Kayti confesó en aquel entonces la desesperada acción que Matthew llegó a tener para alejarse de las drogas: Pegarse las manos a las rodillas.
“Literalmente tuve que arrancarle el pelo de sus piernas para despegarlo. Le quedaron manchas rojas y en carne viva. Fue bastante horrible”, afirmó para la publicación británica.
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