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Las investigaciones por el caso del trágico deceso de Matthew Perry continúan su curso y desde hace varios días han arrojado revelaciones impresionantes respecto a lo que pasó en los instantes previos a que la vida del actor se apagara de forma permanente. Entre los dolorosos hallazgos que se han presentado conforme las indagaciones avanzan, se encuentran las que presuntamente serían sus últimas palabras.
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Así fueron los últimos momentos de Matthew Perry con vida
El pasado 16 de agosto, salió a la luz una nueva serie de filtraciones respecto a cómo fue que ocurrió la sobredosis de ketamina que, hasta ahora, se reconoce como la causante de la muerte del querido actor de Friends. De acuerdo con información recopilada por NBC News, Matthew, en sus últimos momentos consciente, le pidió a una persona que se encontraba con él que le ayudara a suministrarse esta sustancia en un total de tres ocasiones.
Asimismo, se hallaron pruebas suficientes para creer que el personaje en cuestión fue Kenneth Iwamasa, quien fungía como su asistente y hoy está siendo indagado por su probable responsabilidad. Esto debido a que forma parte de las cinco personas que actualmente están por enfrentar cargos federales en las Oficinas del Fiscal de los Estados Unidos.
De modo que según las declaraciones que hasta el día de hoy ha emitido, las últimas palabras que Matthew Perry logró pronunciar habrían sido: "inyéctame una grande", frase con la que sin saberlo, estaba firmando su sentencia de muerte, ya que las cantidades resultaron excesivas para su organismo y no lograron resistir a los efectos, ocasionándole la muerte casi de forma inmediata.
Las intrigantes revelaciones del asistente personal de Matthew Perry
Aunado a las declaraciones que ha hecho de manera oficial Kenneth Iwamasa respecto al día en que el artista, recordado por su papel de Chandler en la exitosa serie noventera protagonizada por Jennifer Aniston, también se recopilaron nuevas evidencias de que previo a morir, Perry ya no tenía control alguno en su manera de consumir esta sustancia, comercializada como anestésico y distinguida por su capacidad de crear alucinaciones. Esto debido a que el asistente de Matthew admitió que si bien ese fatídico día solo le ayudó con tres dosis, toda la semana previa estuvo suministrándole en distintas ocasiones, al grado de que perdió la cuenta de las veces que su entonces jefe le exigió ayuda para este propósito.
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