La muerte de Mario Vargas Llosa, confirmada durante la tarde del 13 de abril por sus hijos, Álvaro, Gonzalo y Morgana, ha generado un sinfín de reacciones en distintos sectores de la sociedad que ahora despiden al escritor con recuerdos y emotivas palabras.
Reconocido a nivel mundial por sus obras, además de su Premio Nobel de Literatura en 2010, el legado de Vargas Llosa perdurará en sus escritos, en su familia y en sus amigos, con quienes pudo compartir sus últimos momentos.
Debido a la privacidad que han solicitado sus hijos para sobrellevar el duelo y despedir al escritor en su intimidad, era poca la información que se tenía sobre los últimos momentos de Mario Vargas Llosa, cuyos restos serán incinerados.
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De acuerdo con el abogado Enrique Ghersi, jefe de campaña de Mario Vargas Llosa durante su candidatura a la presidencia de Perú en 1990, el escritor murió a los 89 años debido a una neumonía.
Recordemos que, además de su avanzada edad, el autor de 'Le dedico mi silencio', 'Los jefes' y 'La ciudad y los perros' estuvo hospitalizado en distintas ocasiones debido a complicaciones en sus contagios de covid.
"Eso es muy triste. Él ya estaba mayor, pero la pasó muy bien", asegura el abogado peruano, quien se aventura a revelar cómo fueron las últimas semanas de Vargas Llosa, especialmente su celebración de cumpleaños el pasado 28 de marzo en Lima, Perú.
Sobre sus últimos momentos en familia, Enrique Ghersi comparte que Mario Vargas Llosa pudo disfrutar de la compañía de su familia y amigos, quienes incluso viajaron del extranjero para hacerle compañía.
"Estuvo haciendo chistes y le cantamos. Estuvo muy contento, muy feliz. Todo el mundo estuvo presente y fue muy emotivo. Nadie pensó que dos semanas después íbamos a tener la triste noticia de su fallecimiento".
Nacido en Arequipa, Perú, y nacionalizado español, Jorge Mario Pedro Vargas Llosa fue papá de tres hijos, abuelo de siete nietos y protagonista de intensos romances.
Desde su primer matrimonio con su 'tía' Julia Urquidi, su segundo matrimonio con Patricia Llosa, su prima, y su noviazgo con la socialité Isabel Preysler.
Lejos de la controversia y de las letras, Mario Vargas Llosa vivió sus últimos meses en la intimidad y cariño de su familia, celebró la boda de una de sus nietas y pudo reconciliarse con Patricia Llosa, su fiel compañera hasta el final.
Descanse en paz.
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