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Manolo Caro se siente feliz y emocionado de que fue nominado por su serie "Alguien Tiene Que Morir" a un GLAAD Media Award, otorgado por la Alianza Gay y Lesbiana en Contra de la Difamación, en la cual representa a la comunidad LGBT y los problemas que afectan su vida.
Por ello, platicamos con el director tapatío desde su nueva residencia en España, donde se encuentra grabando "Érase una vez… pero ya no", con artistas como Sebastián Yatra, y la que será la primera serie musical de Netflix. Desde allá nos cuenta la gran importancia que tiene para él al ser nominado a este premio, la trascendencia de darle voz a todo tipo de personajes y lo bien que se ha sentido trabajando en España.
(Cortesía)
-¿Cómo te sientes de que nominaron a "Alguien Tiene que Morir" a un GLAAD Media Award?-
“Muy contento. Jamás pensé que la serie iba a lograr una nominación y para mí era importante algún día figurar en esta ceremonia porque es una asociación que va con lo que es mi discurso y "La Casa de las Flores" no logró esta nominación. Ahora me cae de completa sorpresa y el equipo está muy contento, que eso me emociona más todavía”, respondió Manolo Caro.
-¿Cuál es la importancia para ti de realizar producciones que contengan personajes que muestren todo el espectro de la diversidad sexual que existe?-
“Es un compromiso que tengo. Me emociona darle voz a personajes que me hubiera gustado ver cuando yo crecí y sentirme identificado. De la forma que hoy lo vemos, no solamente en mi trabajo, sino en el de muchos colegas. Es importante en esta industria tener una voz y un compromiso, el mío está con este tema que me atañe, y darle visibilidad a la comunidad es una prioridad para mí”.
(Cortesía)
-¿Cuál es el impacto positivo que tener personajes que representen la diversidad sexual que existe, tanto en la tele como en el cine, tiene en la sociedad?-
“Más allá de un impacto positivo me gusta pensar que ya ni siquiera nos lo tenemos que cuestionar y que la representación tiene que estar porque existimos en esta sociedad. Porque tenemos que tener una voz y porque no tenemos porqué idealizar a los personajes, no tienen que ser perfectos. Justo en el normalizar y visibilizar tenemos que encontrar personajes LGBT que sean correctos, otros incorrecto, unos protagonistas, otros antagonistas… Darles el universo y la cabida que todos los personajes tienen en nuestra sociedad y que nos merecemos. En eso estamos y donde
pueda poner mi grano de arena lo seguiré haciendo”.
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-En "Alguien Tiene Que Morir", además de mostrar a estos personajes sexualmente diversos, la historia nos muestra que aún persiste mucha homofobia o mucha incomprensión al respecto… -
“Justo ese era mi idea con la serie "Alguien Tiene Que Morir". No había una necesidad política el poner mi primer pie en España y entrar con una historia que hablara del franquismo, sino hablar de algo que parece que dista muchísimo, de la que ha pasado 70 años y que termina siendo tan actual. Aunque la historia sucede en los 50s y se promulga esta ley de vagos y maleantes, que en realidad era una persecución a los homosexuales, y que ahora en la época en la que vivimos parece que vamos de modernos y que las cosas han cambiado y no, sigue existiendo esta persecución. Tal vez de otra forma o disfrazada, pero está ahí, latente. Hay que hablar de la historia para reconocernos y darnos la oportunidad de cambiarla y no repetirnos. Me duele pensar que seguimos ahí, en la misma lucha, pero estamos dando pasos para que las cosas sea diferentes”.
-¿Cómo has sentido el apoyo de la gente hacia tus personajes?-
“Ahora con las redes sociales, es muy complejo, porque como tienes gente que te apoya y te dice cosas maravillosas, hay gente que te dice cosas horribles. Es una balanza y hay que vivirlo. Me enfoco en este diálogo con gente que no conozco, pero me comparten sus historias. Me pasa m muchísimo con el personaje de 'Julián' en La Casa de las Flores, que les dio la oportunidad de contarle a sus familiares viendo la serie y salir del closet o también con el personaje de María José, cómo es el papeleo legal para las trans”, respondió Manolo Caro.
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-¿Cómo vas con el rodaje de Érase una vez… pero ya no?
“¡Estoy muy contento! Concentrado, pero me tiene muy nervioso. Al final se ha reinventado muchísimo el proyecto y ahora es un anticuento de hadas con todo lo que un cuento de hadas tiene: princesas, unicornios, números musicales y con un elenco maravilloso. Es un riesgo que tengo la oportunidad de tomar. Le estamos poniendo mucho corazón en ello”.
(Cortesía)
-¿Cómo te has sentido en España?-
“Muy bien, tengo muchos amigos aquí. El estar acá obedece a una inquietud artística de volver a cuestionarme qué quiero contar y de qué forma. Es difícil, lo digo con el corazón en la mano, porque si bien en México ya hay un camino recorrido, acá es empezar de nuevo. Sin embargo me parece una buena oportunidad para colocar el ego en otro lugar y reconectar con el realizador que quiere tener una voz y se quiere abrir camino en una ciudad y en un país nuevo”.