Noticias| 08/07/2023 |16:02 | Actualizada
08/07/2023 16:02

La aristócrata Tamara Falcó, marquesa de Griñón, es hija de la socialité Isabel Preysler y del fallecido Carlos Falcó y Fernández de Córdova, quien le heredó el título nobiliario al fallecer.

Además de pertenecer a un círculo social muy apreciado en España, Tamara estudió Comunicación en Chicago; luego se inclinó por Gastronomía en Le Cordon Bleu y también pasó por la carrera de Moda.

Su ahora esposo, Íñigo Onieva, cursó la carrera de Ingeniería Técnica en Diseño Industrial matriculado en la Universidad de Nebrija y más recientemente inauguró la discoteca Lula The Club, en Madrid.

Ya casados, la pareja tiene asegurada una vida alejada de carencias y apuros económicos, si es que ambos cuidan y saben multiplicar el valor de lo que ahora gozan.

Para empezar, Tamara e Íñigo seguramente vivirán en una propiedad valuada en 1.5 millones de euros que, además de todos los lujos, tiene una alberca privada, jardines y un lujoso spa privado. Y es de ella, ubicado en Puerta de Hierro.

Tamara Falcó, su boda / Instagram
Tamara Falcó, su boda / Instagram

Además, Tamara heredó una parte de El Rincón, un palacio que perteneció a su papá y que es tan grande e histórico que frecuentemente lo rentan para rodajes de películas y series. Ha trascendido que el alquiler mensual es de 30 mil euros.

"La Vanguardia" informa que Tamara compró la mitad restante con la ayuda de su hermano Manolo Falcó. Sus otros hermanos renunciaron a su parte.

Aunque se sabe que han atravesado por fuertes crisis para su mantenimiento, al parecer, la hija de Isabel Preysler ha dado batalla para mantenerlo de pie.

El palacete fue construido durante la época de Alfonso XIII.

Además de esas propiedades, la Marquesa de Griñón tiene otras entradas importantes de dinero, aparte de lo que genera su imagen, su perfil en redes sociales y sus participaciones en programas de televisión, es dueña de una firma de representaciones, Gypset Living SL.


Por su parte, Íñigo Onieva también tiene lo suyito. Además de los trabajos que ha tenido como diseñador automotriz, ha dado los primeros pasos en el segmento restaurantero y tiene algo que heredará: su mamá, Carolina Molas, es chief executive officer de CEMEVISA, una empresa familiar que se dedica a la distribución de electrodomésticos. La compañía tiene una antigüedad de 6 décadas.

El papá de Íñigo, cuyo nombre es igual al de su hijo, actualmente es director global de E-Commerce de Grupo Barceló. Anteriormente trabajó en NH Hoteles como vicepresidente senior y siempre ha tenido puestos ejecutivos de estrategia comercial.



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