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La reina Letizia de España tiene una trayectoria marcada por la dedicación y pasión no solo dentro de la corona real, sino también en su carrera como periodista. Durante sus años de juventud, esta fue una de sus grandes pasiones, antes de convertirse en monarca española tras su matrimonio con Felipe VI, en 2004.
Recientemente, la madre de la princesa Leonor, inauguró un servicio pionero de radio para personas sordas en Radio Nacional de España, donde su participación generó un gran entusiasmo entre el público. Las redes sociales se inundaron de peticiones para que la reina se presentara más a menudo y compartiera su voz en medios de comunicación, pero estas peticiones se encuentran con la barrera de su política personal.
Tras consolidar una singular carrera, se ha convertido en toda una figura mediática, sin embargo, tiene una clara política de comunicación. María Ocaña, Jefa de la Secretaría y mano derecha de la Reina, ha dado a conocer la firme norma que establece la monarca: no conceder entrevistas.
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La razón por la que la reina Letizia no concede entrevistas
La política de la reina Letizia es diferente a la de otros miembros de la realeza, como la reina Máxima de Holanda, quien ha participado en numerosas entrevistas y ha sido elogiada por su cercanía con el público.
Pero la esposa del rey Felipe VI de España tiene una razón fundamental. La revelación sobre esta norma se produjo durante la aparición de Ana Guerra en el podcast 'Grupete de Noche'. Uno de los conductores, Dany Blázquez, mostró una carta recibida de la Casa Real en respuesta a una invitación para que la reina Letizia fuera entrevistada en el programa.
En la misiva, Ocaña explicó que la decisión de no otorgar entrevistas tiene un objetivo claro: mantener la neutralidad y la discreción que su cargo exige. El enfoque de Letizia de España se fundamenta en su compromiso con el deber institucional y el reconocimiento de los retos de ser una figura pública.
“Su Majestad tiene como norma no conceder entrevistas”, afirmó Ocaña en la carta. Además, enfatizó que si se aceptara una invitación, podría crear comparaciones desfavorables con otras peticiones que no han sido atendidas, lo que complicaría aún más la imagen institucional de la Corona.
Así, la reina Letizia de España continúa en su camino de mantener una imagen discreta y comprometida con su rol, mientras el interés por conocer más sobre su vida y pensamiento persiste en la opinión pública.
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