La romántica boda que sucedió en el lujoso castillo Forte Belvedere de Florencia con Kim Kardashian y Kanye West como protagonistas, ha llegado a su fin tras seis años de unión y es que, al parecer, los exabruptos del rapero terminaron con la paciencia de la empresaria y socialité.
"El divorcio es inminente", reveló una fuente a "Page Six" y aseguró que la estrella de reality show ya contrató a Laura Wasser, quien es ampliamente conocida entre las celebridades de Hollywood. "Lo mantienen discreto, pero ya terminaron".
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Fue en julio cuando Kanye West, quien se lanzó como candidato a al presidencia de Estados Unidos, lanzó mordaces tuits contra su aún esposa Kim Kardashian y su primogénita North, y dejó a más de uno boquiabierto al revelar, en medio de un discurso, que él y Kim pensaron en abortar a su hija.
Mientras la socialité se adentraba en la abogacía y buscaba reformar las leyes penitenciarias de su país, Kanye perdió el control y se volvió el centro de una polémica que cuestionó su salud mental. Pero eso no fue todo, comparó a Kris Jenner, su suegra, con una dictadora.
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Tras esta serie de declaraciones que puso al clan Kardashian al borde del colapso, Kim Kardashian salió en defensa de Kanye West y pidió compasión. "Como muchos de ustedes saben, Kanye sufre de trastorno de bipolaridad. Quien lo padezca o tenga a un ser querido con este desorden sabe lo complicado y doloroso que es entenderlo", comenzó el escrito de Kim. "Si nunca he hablado de este problema que tenemos en casa es porque quiero proteger a mis hijos y los derechos a la privacidad de Kanye sobre su salud mentalpero hoy siento que tengo la obligación de hablar de este asunto".
"Kim está tratando de que Kanye le entregue la casa de Calabasas, porque ahí es donde están los niños y donde están creciendo. Ese es su hogar", confesó al fuente. "Ella es dueña de toda la tierra y lotes adyacentes alrededor de la casa, pero Kanye es dueño de la casa real. Ambos han invertido mucho dinero en renovarlo".
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