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Las celebridades que apoyan y piden justicia en el caso de Britney Spears cada vez son más y algunos de los rostros más conocidos son el de Miley Cyrus o el de Sarah Jessica Parker, sin embargo, esta tarde se sumó a la lista Kim Kardashian, quien no sólo habló de la “empatía” que siente por la cantante, sino también recordó los ataques que sufrió durante su embarazo.
A través de sus Instastories, la socialité recordó las duras criticas a las que tuvo que enfrentarse por los cambios que su cuerpo sufrió durante el embarazo de su hija North. Kim explicó que finalmente pudo ver el documental “Framing Britney Spears” del "New York Times" que habla sobre la vida de la cantante y de su tutela legal, así como del papel de los medios de comunicación, pues de éstos, últimos la fundadora de ‘SKIMS’ ha sido víctima en más de una ocasión, sobre ello dijo: “me hizo sentir mucha empatía por ella. La forma en la que los medios jugaron un papel importante en su vida, la forma en que eso puede ser muy traumatizante y realmente puede destruir incluso a la persona mas fuerte”.
La también modelo agregó un mensaje importante: “no importa qué tan pública pueda parecer la vida de alguien, nadie merece ser tratado con tanta crueldad o juzgamiento como entretenimiento”.
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Pues como figura pública, a lo largo de su vida Kim Kardashian ha sido juzgada por distintas situaciones o decisiones que ha tomado, como un video sexual difundido sin su consentimiento o las constantes críticas hacia su figura. Y continuando con su relato, dijo: “viendo al pasado en mis propias experiencias, recuerdo un momento en el que me sentí de esta forma”.
En otra historia la madre de cuatro hijos agregó que ocurrió durante el embarazo de su primera hija: “Cuando estuve embarazada de North sufrí de preeclampsia, lo que me hizo hincharme incontrolablemente”. De acuerdo con la estrella de “Keeping Up With The Kardashians” subió 60 libras (más de 27 kg) además de vivir un parto prematuro con 6 semanas de anticipación.
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Sobre ello explicó “lloré todos los días por lo que le ocurría a mi cuerpo, principalmente por las presiones de ser constantemente comparada con lo que la sociedad consideraba que debe lucir una persona embarazada sana”, continuó, “además de ser comparada con Shamu the Whale (Orca) en los medios”. Pues durante su embarazo, Kim Kardashian fue la portada de muchas revistas en las que se leen titulares como “La peor pesadilla de Kim”, “Nunca seré sexy de nuevo: hasta mis axilas están gordas” o “Este bebé está arruinando mi vida”, guardaron lo que en palabras de Kim “se suponía que sería uno de los momentos más felices de mi vida”.
Según relata la empresaria, este tipo de comentarios la hicieron sentir insegura: “Viendo todas mis fotografías en Internet y en las revistas me sentía muy insegura y tuve miedo de preguntarme si alguna vez recuperaría mi cuerpo antes del bebé”, ya que en otra de las portadas que la socialité compartió se lee “Mi trasero no deja de crecer”.
Por lo que no pudo salir de casa en varios meses: “me avergonzaban semanalmente con las coberturas de historias que hicieron que mis inseguridades fueran tan dolorosas. No pude salir de casa durante meses después, realmente me destruyó”. Sin embargo, recordó que, aunque todo esto le afectó “pude tomar estos sentimientos frustrantes y vergonzosos y canalizarlos en motivación para llevarme a donde hoy estoy”.
Finalmente dijo a sus más de 208 millones de seguidores que compartió su historia para “decir que realmente espero que todos los involucrados en el negocio de avergonzar e intimidar a alguien hasta el punto de destruirlos, lo reconsideren y en su lugar intenten mostrar algo de comprensión y compasión”, ya que “nunca se sabe completamente por lo que alguien está pasando”.