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El 19 de febrero, Kim Kardashian pidió oficialmente el divorcio a Kanye West tras siete años de matrimonio. Y según los documentos que “TMZ” dio a conocer, la empresaria había pedido una custodia conjunta legal y física de sus cuatro hijos; sin embargo, la negociación de sus propiedades aún estaba en juego.
Y tal parece que finalmente han llegado a un acuerdo en el que Kardashian podría quedarse con la mansión minimalista ubicada en Hidden Hills, según dio a conocer esta mañana el medio antes citado. Esto ya que una fuente cercana al matrimonio dijo que Kim ha estado viviendo en la residencia con los niños y que “eso también puede ser permanente”.
Además, la fuente agregó que a la fundadora de ‘SKIMS’ le gusta mucho la casa que Kanye West decoró, por lo que no podría disfrutar de una próxima mudanza; eso sin contar que siempre ha sido “el único hogar que han conocido” North, Saint, Chicago y Psalm o que el resto de su familia reside en el mismo vecindario. Por su parte, el rapero lleva varios meses viviendo en su rancho en Wyoming.
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La expareja compró la casa en el 2014 por 20 millones de dólares, aunque a la inversión se sumaron otros 20 millones para las remodelaciones minimalistas a cargo del diseñador de interiores Axel Vervoordt, quien dijo a la revista “Architectural Digest”: “Kanye y Kim querían algo totalmente nuevo. No hablamos sobre la decoración, sino de una especie de filosofía de cómo vivimos ahora y cómo lo haremos en el futuro. Cambiamos la casa purificándola y nos mantuvimos presionando para hacerla más y más pura”.
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Entre los lujos de la mansión destaca un lavabo de baño de 30 mil dólares. Además, el diseño que en el pasado fue juzgado de ‘frío’ y ‘escalofriante’ mantiene los muros cubiertos por un yeso blanquecino y una decoración con pocos muebles del que Kim agregó a la revista “amo la sencillez del diseño. Todo el mundo exterior es tan caótico. Me gusta entrar en un lugar e inmediatamente sentir calma”.