La relación de Kevin Bacon y Kyra Sedgwick es una de las más excepcionales de Hollywood: se conocieron en el set de filmación de la cinta "Lemon Sky", de 1988, y a los pocos meses de intercambiar miradas, el actor estaba tan seguro de que Kyra era la mujer de su vida que le propuso matrimonio. Lo más sorprendente es que llegaron al altar para jurarse amor eterno sin saber que eran primos.
Kyra Sedgwick tenía 23 años y Kevin Bacon, 29. "Pensaba que era una mujer muy hermosa, sexy y como despreocupada, me enamoré de ella", contó el protagonista de otras películas como "Footloose" a Piers Morgan hace algún tiempo.
"Si alguien me hubiera dicho que a los 22 años iba a conocer al hombre con el que me iba a casar a los 23, le hubiese dicho que estaba loco", confesó la actriz.
(Kevin Bacon y Kyra Sedgwick / AP)
La pareja, ya casada, recibió la noticia de que serían papás a las 2 semanas de su luna de miel, ya que creyeron que sería buena idea permitir que los niños llegaran en el momento correcto, y así sucedió.
Su primer hijo, Travis, nació el 23 de junio de 1989; su segundo bebé llegó el 15 de marzo de 1992 y la llamaron Sosie.
Con una familia ya formada, Kevin Bacon y Kyra Sedgwick se las ingeniaron para hacer funcionar su matrimonio y sus carreras, así que algunas veces se ayudaron con las niñeras y, después, se mudaron a una casa de campo en Connecticut, donde ella pudo bajar sus compromisos laborales para dedicarse a la crianza de sus hijos, mientras el actor seguía con su carrera profesional.
"Nosotros siempre nos comprometimos a estar juntos", dijo Kyra Sedgwick en otra entrevista, "independientemente de los conflictos que puedan surgir en el camino, a criar a nuestros hijos y a no descuidar nuestra vida íntima, el deseo".