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El fantasma de Serge Gainsbourg (1928-1991), icono de la música en Francia, vuelve a la gran pantalla en un documental rodado por su hija Charlotte Gainsbourg con la complicidad de su madre Jane Birkin y durante años musa del artista.
Más de tres décadas después de su muerte, Gainsbourg sigue fascinando al público y a los artistas franceses, incluidas las nuevas generaciones, desde actores a raperos, que no dudan en versionar sus canciones o su estilo.
(Jane Birkin y Serge Gainsbourg / Getty Inages)
Empezó en los albores de los años 1960 como cantante falsamente modoso con canciones como "Le Poinçonneur des Lilas", bien peinado y con corbata. Pronto se dejó crecer el pelo y se unió a los alborotadores de la década, que culminó en los hechos de Mayo de 68.
Brigitte Bardot (con la que tuvo un corto y atormentado romance) le inspiró a crear "Je t'aime... moi non plus". Los turbulentos años 1970 le llevaron a hacer una versión reggae de "La Marsellesa". A pesar de sus problemas con el alcohol y las drogas, tuvo tiempo y fuerzas para escribir decenas de canciones, libros y protagonizar películas a órdenes de directores como Robert Benayoun.
Serge Gainsbourg fue también el patriarca caprichoso y desconcertante de una auténtica tribu artística. Jane Birkin, compañera durante más de diez años, se vio obligada a huir de los problemas de su pareja a principios de los años 1980. Rehízo su carrera como actriz tanto en Francia como en el Reino Unido, y con los años acabó haciendo versiones de las canciones de Serge.
Al separarse, Jane unió su vida con el cineasta Jacques Doillon y se convirtió en mamá de Lou, quien también hace música y cine, y Serge tuvo una relación con la modelo Bambou. Sin embargo, la icónica pareja siguió trabajando en los mismos proyectos y él lanzó la carrera de su hija Charlotte con títulos polémicos como "Lemon incest". Tenía 19 años cuando murió su papá a los 62 años.
Con una vida rodeada de polémica, infidelidades, sexo desenfrenado, pasión y cigarros, finalmente Jane Birkin se atrevió a hablar un poco de su vida con el documental "Jane par Charlotte", que se estrenó hace algunos días, dirigido por su hija Charlotte.
"Al principio no sabía lo que estaba haciendo" explicó a la AFP Charlotte Gainsbourg en Cannes. La génesis del documental fue laboriosa, Charlotte Gainsbourg filmó durante años a su madre. "Lo hacía de manera egoísta. Buscaba una excusa para acercarme a ella (...) y distinguir al personaje público de la madre que quiero", explicó.
"Al principio, Charlotte llegó con un cuaderno enorme, me quedé anonada. Pensaba que iba a ser juzgada por todos mis errores" indicó a su lado con una sonrisa Jane Birkin, que reconocía que al final del proceso descubrió con esa película "el lugar que ocupaba" en la vida de su hija.
(Jane Birkin / EFE)
La familia Gainsbourg no solo vivió a la sombra de Serge, sino de otros fantasmas, como Kate Barry, hermanastra de Charlotte, fotógrafa fallecida en circunstancias trágicas a los 46 años.
"Nuestras vidas están articuladas en torno a los muertos", reconoció Charlotte.
Kate fue encontrada tirada en la calle, aparentemente se lanzó desde el balcón, episodio que sumió a Jane en un profunda depresión que le impidió seguir escribiendo sus memorias. El papá de la mujer era el compositor de bandas sonoras, John Barry.
(Charlotte Gaoinsbourg y Jane Birkin / AFP)
El documental muestra el interior de ese mítico palacete, situado en el refinado séptimo distrito de París, en el que Serge Gainsbourg compuso y escribió canciones y poemas que marcaron la vida artística del país durante décadas.
Jane Birkin no había vuelto a esa casa desde la muerte de su expareja. Tras retrasos a causa de la pandemia del covid-19, Charlotte espera poder abrirla al público en unos pocos meses, reformada con un piano bar.