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Fue el pasado 14 de julio cuando se dio a conocer que Ivana Trump había sido encontrada sin vida al pie de la escalera de su mansión ubicada en el número 10 E. 64th St., en Manhattan, Nueva York minutos antes de las 13 horas.
Aunque en aquel momento las autoridades habían reportado que la aparente causa del fallecimiento de la mujer de 73 años de edad había sido una paro cardiaco, las investigaciones posteriores arrojaron que en realidad varios golpes en el torso fueron la verdadera razón de la muerte de la que fuera la primera esposa de Donald Trump, el hombre que se convirtió en presidente número 45 de los Estados Unidos de 2017 a 2021.
(Donald Trump e Ivana Trump en 1988 / AP)
Fue la Oficina del Médico Forense de Nueva York la que de manera oficial detalló que Ivana Trump murió por un accidente en su residencia. Ante la difusión de dicha información, Nikki Haskell, una de las mejores amigas de Ivana, otorgó una entrevista a “Extra TV” en la que reveló que las escaleras de su casa siempre le preocuparon e incluso, las llamaba: “hermosa, pero traicionera escalera”.
“Tengo que decirles algo, ese siempre ha sido mi miedo”, comentó Haskell y agregó: “Tenía una de esas escaleras realmente hermosas por las que era imposible caminar. Muy estrecha en la parte interna de los escalones y más ancha por fuera. Siempre tuve miedo de que se cayera. No sé qué pasó, pero no me cuesta creer que eso fue lo que pasó: una escalera traicionera”.
(Ivana Trump / AP)
Además, Nikki comentó que en los últimos años la mamá de Ivanka, Donald Jr. y Eric Trump, los tres hijos que trajo al mundo de su matrimonio con Donald Trump de 1977 a1992, se había vuelto una mujer solitaria, lo cual, se exponencializó con el tema del Covid-19.
“En los últimos dos años, se volvió muy solitaria… Tenía una casa grande y tenía mucho miedo de contraer el coronavirus, mucho más que nadie que yo conozca. No quería ir a ningún lado, no quería viajar… Se lo tomó muy, muy en serio. Tenía miedo de enfermarse”, dijo la amiga de Ivana.
Por si no fuera poco, personas cercanas a la mujer que también fue modelo y empresaria, como Rob Shuter, declararon que Ivana sufría de dolores en la cadera y tenía problemas para caminar, inclusive, Paola Alavian, dueña del restaurante Altesi Ristorante, el favorito de la ahora fallecida, declaró que un día antes de su muerte Trump visitó el lugar, y aunque ella la vio más cansada parecía que estaba bien.