Hace un par de días, Lady Gaga compartió en su cuenta de Instagram una fotografía de ella y del actor Adam Driver, caracterizados como Patrizia Reggiani y Maurizio Gucci, en el set de la película “House of Gucci”, del reconocido director Ridley Scott.
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Las fotos causaron gran expectativa pues esta película ha tardado muchos años en hacerse y el casting parece verdaderamente afortunado. Gaga no solamente se parece mucho físicamente a Reggiani, sino que tiene nexos cercanos con la moda, lo cual seguramente la hizo interesarse más en participar en el proyecto. Por su parte, Adam Driver, quien está increíblemente caracterizado como Maurizio Gucci, es uno de los actores más talentosos de su generación, así que no podemos sino esperar sino cosas buenas de esta producción.
Pero ¿de qué va?
“House of Gucci” que será estrenada en noviembre de este año, está basada en el libro “House of Gucci: A sensational story of murder, madness, glamour and greed" (La Casa Gucci: Una sensacional historia de asesinato, locura, glamour y ambición), publicado en 2012 por Sara Gay Forden.
La publicación relata la historia real del asesinato de Maurizio Gucci, heredero entonces de la fortuna familiar, y de Patrizia Reggiani, su exmujer al momento de su muerte y quien fue encontrada culpable de planear el crimen en 1995 y encarcelada en 1998 por este motivo.
Maurizio Gucci. (Foto: AP)
Maurizio era hijo de Sandra Ravel, una actriz italiana, y de Rodolfo Gucci, a su vez hijo de Guccio Gucci, quien fundó la famosa casa de modas bautizada con el apellido familiar, en 1921, en Florencia.
Al morir Rodolfo, en 1983, Maurizio disputó el control de la compañía a Aldo Gucci, hermano de su padre. De acuerdo con Associated Press, en 1984, Maurizio se apalancó en su 50% de la compañía para despedir a Aldo y contratar a jóvenes administradores educados en Estados Unidos. En 1993, Maurizio vendió su parte de la compañía a Investcorp, un grupo basado en Bahrein, por 100 millones de dólares, dejando a la familia que cimentó el prestigio de la firma sin ningún tipo de participación en su destino.
Patrizia Reggiani. (Foto: AP)
Aparece Patrizia
Según relató Patrizia Reggiani en una entrevista con “The Observer”, Maurizio y ella se conocieron en una fiesta “y ahí se enamoró perdidamente de mí”, dijo al diario. Se casaron en 1972 y para 1985, la unión ya era un desastre. De acuerdo con “The New York Times” Maurizio dejó a Patrizia de un día para otro, sin previo aviso.
El 27 de marzo de 1995, a Maurizio le disparó un asesino a sueldo afuera de sus oficinas, en Milán, matándolo instantáneamente. Tenía entonces 46 años.
Dos años después, en 1997, Patrizia Reggiani fue arrestada y el mediático juicio inició en 1998. Patrizia estaba acusada de ser la autora intelectual del asesinato de su exesposo. Los fiscales alegaron que quería el control de su dinero y algunos investigadores aseguraron que Maurizio estaba por volver a contraer matrimonio.
Benedetto Ceraulo, acusado de ser el asesino material. (Foto: AP)
Patrizia mantuvo todo el tiempo su inocencia y sus abogados intentaron señalar a otro de los co-acusados como el único responsable. Sin embargo, fue encontrada culpable y sentenciada a 29 años de cárcel, después reducidos a 26 gracias a una apelación. Los cuatro co-acusados también fueron encontrados culpables y sentenciados. De acuerdo con el “New York Times” al regresar a su celda, Reggiani dijo: “La verdad es la hija del tiempo”.
Fue liberada en 2016. “Creo que soy una persona muy fuerte porque sobreviví a tantos años de cautiverio. Dormía mucho, cuidaba mis plantas y a mi hurón, Bambi. No me gusta hablar de eso, fue como un mal sueño”, dijo a "The Observer" en un perfil que le publicaron ese año.
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Y ahora…
Lady Gaga “rompió las redes” al compartir este primer vistazo del filme en Instagram. Se ve a Gaga, caracterizada como Patrizia, posando con Adam Driver como Maurizio en los Alpes italianos. La pareja resplandece en sus atuendos après-ski de los 80, él lleva un suéter trenzado en color crema, y ella la vistosa joyería dorada popular en la época, con un coqueto gorrito de mink. Todo este glamour –la producción tuvo acceso a todos los archivos históricos de Gucci—no revela nada de la oscura historia que acaparó los titulares de la prensa italiana a fines de los 90.