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Para felicidad de muchos enamorados del tema, las historias sobre la moda y sus protagonistas, están --sí--, de moda. Para prueba está el éxito de las series "El asesinato de Gianni Versace" o "Emily in Paris"; de la película "Phantom Thread", y la ansiedad con la que se espera el estreno de "House of Gucci", sobre el asesinato de Maurizio Gucci, entonces cabeza de la firma de moda, ordenado por su entonces ya exesposa, Patrizia Reggiani.
Y aunque la moda no es un tema nuevo en el cine o televisión --hemos visto, por ejemplo, varias versiones de la vida de Coco Chanel--, sí es definitivo que vive un boom actualmente. La última producción en unirse esta tendencia es la miniserie biográfica "Halston", en Netflix, que se estrena hoy, con solo cinco capítulos y un final cerrado, por lo que no habrá una segunda temporada.
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La serie habla sobre el camino a la fama de este diseñador --quien es un desconocido para muchos-- que alcanzara el punto máximo de su éxito en los 70, aunque su nombre empezó a sonar fuerte en los 60, pues él fue el creador del famoso sombrero "pillbox" de Jackie Kennedy. Pero son sus diseños de la era disco los que lo hicieron realmente famoso, así como las prendas que creó para las nuevas mujeres profesionales, como un vestido camisero de gamuza sintética que ha sido uno de los diseños más vendidos en la historia de la moda en Estados Unidos.
Roy Halston, o sencillamente Halston, como se le conocía, fue el creador favorito de las divas de Studio 54: Liza Minelli, Bianca Jagger, Marisa Berenson, y muchas más. Sus diseños eran sexys, brillantes y enseñaban mucha piel, tema de rigor entre las "modernas" de esa década; el mismo Halston animaba a sus fans a usarlos sin ropa interior. Muchos creadores actuales --entre quienes tal vez el más evidente sea Tom Ford-- se han inspirado en sus creaciones, tremendamente originales en su momento.
Ewan McGregor, quien interpreta al diseñador, no había escuchado su nombre antes de ser elegido para el rol protagónico, lo cual debe ser el mismo caso para muchas personas que no vivieron esa década o que no están familiarizadas con la historia de la moda. Pero Halston no fue célebre solo por su creatividad, sino también por sus excesos. Era una criatura de la noche y pasaba muchas de ellas en la legendaria disco Studio 54, rodeado de sus modelos y famosas amigas y amigos como Liz Taylor, la joyera Elsa Peretti y hasta el mismo Andy Warhol, quien le hiciera uno de sus famosos retratos.
La familia de Halston, a semejanza de lo que ha sucedido con otras series basadas en hechos reales, ya protestó y publicó un comunicado diciendo que se trata de un recuento "nada preciso y muy ficticio" y que no fueron consultados por los productores, lo cual no es de extrañar, pues la serie está llena de "sexo, drogas y egos monstruosos", de acuerdo con el diario inglés "The Guardian".
La serie, producida por Ryan Murphy, quien está detrás de la serie "Pose", "El asesinato de Gianni Versace" y "American Horror Story", arranca a finales de los 60, cuando las mujeres empiezan a darle la espalda a los sombreros y Halston se ve obligado a reinventarse, con el resultado de lograr transformar la moda estadounidense.
El ambiente de glamour y excesos del Studio 54 y su "tribu" está magistralmente recreado, la serie se ve cara y elegante, como las prendas del mismo Halston. Las actuaciones de Krysta Rodríguez como Liza Minelli y Rebecca Dayan como Elsa Peretti son magistrales.
Sin embargo, quien más brilla es McGregor. El actor hace un brillante retrato de la compleja personalidad de este líder de un grupo de "queers, gente rara y chicas que no han acabado de crecer" que, además, está seguro de su talento, pero a quien le enfurece el lado de negocios de la moda y siempre está en guerra con los hombres del dinero, excepto, claro cuando se lo dan a manos llenas.
Eventualmente, sus extravagantes hábitos de gastar y gastar en sexo, orquídeas y cocaína terminan con la paciencia de aquellos que confiaron en ganar mucho dinero con su evidente talento.
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El director de la serie, Daniel Minahan, está fascinado con la figura de Halston desde 1991, cuando leyó una biografía del diseñador "lo que hizo con Liza Minelli, convertirla en un ícono de la moda, lo hizo con él mismo también" dijo a "The Guardian", vendiendo tanto su imagen como sus diseños.
Esta misma característica fue la que provocó su declive; al final, puso su nombre en tantas cosas, desde jeans hasta sábanas, que terminó por vulgarizarlo y quitarle el valor de la exclusividad, cuando hizo una línea para la tienda económica JC Penney --hoy algo muy normal y hasta deseable--, los exclusivos almacenes Bergdorf Goodman dejaron de vender su ropa. Así las cosas, cuando Halston murió, en 1990, a los 57 años, había perdido los derechos incluso de su propio nombre.
"Su vida terminó antes de tiempo y perdió su fama injustamente" dice Minahan "muchos jóvenes no saben quién era ni lo importante que fue". Esta serie seguramente cambiará eso.