A punto de que se cumplan dos meses de la partida de Matthew Perry, el nombre del actor se ha apoderado de las tendencias globales desde hace unos días, pues se reveló el resultado final de la autopsia practicada por las autoridades.
En los estudios se determinó que la sustancia que acabó con la vida del intérprete que dio vida a Chandler Bing, fue la ketamina, sustancia que llega a ser utilizada en los tratamientos de rehabilitación, sin embargo, la autopsia determinó que se trató de una sobredosis accidental.
De cara al resultado, resurgieron algunos rumores sobre la posibilidad de que Matthew nunca se hubiera alejado del todo de las drogas. De hecho, un informante anónimo, amigo de Perry, aseguró a Daily Mail que el actor le habría mentido a todo el mundo acerca de su rehabilitación.
Sin embargo, ahora, otro amigo, nada anónimo ha agitado el tema tras hacer nuevas declaraciones sobre la presunta infelicidad que acompañó al actor durante buena parte de su vida, se trata del también histrión George Clooney, con quien Matthew tenía una gran amistad desde los 16 años.
“Conocí a Matt cuando tenía 16 años Solíamos jugar juntos al pádel. Es unos 10 años menor que yo. Y era un niño genial, divertido, divertido, divertido”, dijo el actor para Deadline.
En la referida entrevista, Clooney recordó que Perry sólo quería un papel que lo hiciera sentir feliz en el terreno profesional.
“Sólo quiero participar en una comedia, una comedia normal y así sería el hombre más feliz del mundo, sin embargo, cuando llegó ‘Friends’, no le trajo alegría, felicidad o paz. Fue difícil porque no sabíamos lo que le estaba pasando”, dijo Clooney.
“Simplemente sabíamos que no estaba contento pero no tenía ni idea de que estaba tomando, todas esas cosas desgarradoras”, añadió.
Finalmente, Clooney aseguró que “el éxito, el dinero y todas esas cosas no te dan la felicidad automáticamente. Tienes que ser feliz contigo mismo y con tu vida”.
Lo anterior supone una impactante revelación, pues Perry siempre habló con profundo cariño de la producción televisiva que lo unió a sus compañeros de reparto, a quiénes llegó a considerar como grandes amigos.
“Cambió mi vida en todos los sentidos. Conseguí el papel cuando tenía 24 años y terminó cuando yo tenía 34 años. Formó parte de mi vida”, escribió Perry en su libro:
“Mis compañeros fueron comprensivos y pacientes. Es como los pingüinos. En la naturaleza, cuando uno está enfermo o muy herido, los otros pingüinos lo rodean, lo sostienen y caminan hasta que el pingüino puede caminar por sí solo. Y eso es más o menos lo que mis compañeros hicieron por mí”, añadió Matthew, en referencia a los lazos que forjó con el elenco, quienes lo ayudaron durante el momento más oscuro de su lucha contra las adicciones.
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