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El papa Francisco, líder de la iglesia católica romana, habló este miércoles por teléfono con el patriarca Kirill de Rusia sobre la guerra desatada en Ucrania a causa de la invasión rusa. Francisco, que ha expresado en múltiples ocasiones su preocupación por la guerra en Ucrania, iniciada el pasado 24 de febrero, abordó esta cuestión con Kirill, quien ha suscitado controversias por justificar la invasión.
(Patriarca Kirill de Rusia / AP)
Los dos líderes religiosos se reunieron por primera vez en La Habana en 2016, en el primer encuentro entre un patriarca ortodoxo ruso y un papa católico desde el cisma de 1054.
El Vaticano, por el momento, no ha confirmado oficialmente la conversación, aunque sí fuentes internas, y el patriarcado ruso ha emitido un comunicado con detalles de la llamada.
(Papa Francisco / AP)
En la conversación participaron Kirill y Francisco, pero también el metropolita Hilarión, responsable de relaciones exteriores de la iglesia rusa, y el cardenal suizo Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.
Las partes hablaron "con especial atención" de la "situación en territorio ucraniano", sobre todo en lo que respecta a cuestiones humanitarias y de las acciones que ambas iglesias pueden desempeñar para aliviar sus consecuencias. También "destacaron la importancia excepcional del proceso de negociación en curso" entre Rusia y Ucrania, "expresando su esperanza de lograr lo antes posible una paz justa".
Por último el papa Francisco y el patriarca Kirill abordaron "temas actuales de cooperación bilateral".
Francisco ha manifestado en varias ocasiones una gran preocupación por la guerra en Ucrania e incluso el día después de la invasión, el 25 de febrero, se personó ante la embajada rusa ante la Santa Sede, en la Vía de la Conciliación, a pocos metros de la Plaza de San Pedro.
(El patriarca Kirill y el papa Francisco en su reunión en el Aeropuerto Internacional José Martí de Cuba. 12 de febrero de 2016 / AP)
Asimismo, Pietro Parolin, secretario de Estado, propuso la mediación de El Vaticano para poner fin al conflicto y así se lo ofreció al ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergej Lavrov, aunque no recibió respuesta. Por otro lado, se ha enviado al país a dos cardenales -su limosnero, el polaco Konrad Krajewski, y el checo Michael Czerny- para ayudar a la población.
El pontífice argentino ha optado por la diplomacia en sus múltiples llamamientos a la paz, sin usar la palabra "Rusia" o aludir al nombre del presidente ruso, Vladimir Putin, pero calificando esta guerra como "masacre" o "inaceptable agresión armada"