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La decisión de la firma Balenciaga de lanzar una campaña que usó fotografías de niños con osos de peluche y material bondage sigue teniendo repercusiones.
Ahora, Gabriele Galimberti, fotógrafo de la campaña, reveló que ha recibido amenazas de muerte por formar parte del equipo de la marca de ropa.
"Recibo mensajes como 'sabemos dónde vives', 'venimos a matarte a ti ya tu familia', .'vamos a quemar tu casa', 'maldito pedófilo'”, contó el hombre de 45 años a "The Guardian".
Gabriele fue el encargado de armar el set donde más tarde colocarían a los niños con los osos de peluche vestidos ropa y material bondage, se entiende en sus declaraciones, pero no estuvo detrás de la lente que capturó el bolso con papeles que detallan un juicio sobre pornografía infantil. Por esa razón, se lee en el sitio web, el hombre ha demandado a cuatro medios de comunicación, ya que fue en redes sociales donde se difundió esa falsa imagen que corresponde a dos campañas distintas.
(EFE)
Balenciaga, que pertenece a grupo Kering, propiedad de François-Henri Pinault, emitió un comunicado que publicó en redes sociales con el que ofrecieron disculpas y se afirmó que tomarían acciones legales contra quien resultara responsable.
Esto contó Galimberti sobre el proceso creativo que usó maniquíes:
"Tomamos algunas fotos y luego las fotos iban de mi cámara a la computadora de alguien y luego enviaban estas fotos a (alguien en) la sede de Balenciaga. Cuando dicen que está bien, simplemente reemplazamos el maniquí con un niño real”, aseguró al medio británico. Se desconoce si la aprobación de las fotos corrió a cargo de Demna, el director de la firma.
También contó que los papás de los niños no vieron nada de malo en los osos de peluche. “Cuando vieron esas bolsas, todos les decían que eran punk. Nadie mencionó nunca el BDSM”.
El fotógrafo Gabriele Galimberti aseguró que aceptó trabajar en esta campaña de Balenciaga porque le pagaban 20 veces más que en un documental.
Tras el escándalo, el artista visual publicó un comunicado:
"Después de los cientos de correos electrónicos y mensajes de odio que recibí como resultado de las fotos que tomé para la campaña de Balenciaga, me siento obligado a hacer esta declaración. No estoy en condiciones de comentar las elecciones de Balenciaga, pero debo recalcar que no tenía derecho de ninguna manera a elegir los productos, ni los modelos, ni la combinación de los mismos. Como fotógrafo, solo se me pidió que iluminara la escena dada y tomara las fotos de acuerdo con mi estilo característico. Como es habitual en un rodaje comercial, la dirección de la campaña y la elección de los objetos expuestos no están en manos del fotógrafo", se lee en la primera parte.
"Acusaciones como estas se dirigen contra objetivos equivocados y distraen del problema real y de los delincuentes. Además, no tengo relación con la foto donde aparece un documento de la Corte Suprema. Esa fue tomada en otro set por otras personas y fue asociada falsamente con mis fotos. Gabriele Galimberti".