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Érik Rubín, esposo de la conductora Andrea Legarreta, es uno de los famosos que aman y disfrutan cuidar su cuerpo. Sus estrictas rutinas de ejercicio lo han convertido en dueño de uno de los físicos más musculosos en el medio artistico y, además, el cantante adora presumir cada uno de los cuadritos de su impactante abdomen, así como sus perfectos hombros y bíceps.
Pero así como cuida su alimentación y sus entrenamientos diarios, Érik Rubín también cuida su cara con tratamientos estéticos y buenas dosis de luz solar. Recientemente, el intérprete de temas como "Princesa Tibetana" compartió uno de sus secretos para evitar el envejecimiento: ¡un doloroso tratamiento de plasma!
"¿Qué me vas a hacer?", pregunta Érik al cirujano plástico. "Te vamos a sacar una muestra para realizar el plasma con plaquetas, pero a ti ni te digo, no duele o duele poquito porque tú ni te quejas", respondió el experto en medicina estética.
De acuerdo con sitios especializados, el plasma rico en plaquetas es un tratamiento autólogo que tiene componentes como la fibrina, que es una proteína fibrilar con la capacidad de formar redes tridimensionales de vasos sanguíneos y tendones.
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Según la Clínica Mayo, "un trasplante autólogo de células madre utiliza células madre sanas de tu propio cuerpo para reemplazar tu médula ósea afectada o dañada. Un trasplante autólogo de células madre también se denomina trasplante autólogo de médula ósea".
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Es sabido que tanto Érik como Andrea siguen recomendaciones médicas para mantenerse saludables y en óptimo estado ¡y vaya que lo logran! La conductora, mamá de Mia y Nina, a sus casi 50 años luce guapísima.