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Nicolás Haza siempre tuvo claro que quería dedicarse a la industria del cine y la televisión, aunque no sabía bien de qué manera y, contrario a lo que todos hubieran esperado de él al ser hijo de Ludwika Paleta y Plutarco Haza, dos actores renombrados, apuntó a formarse como productor.
Estas herramientas le han sido de gran ayuda en su nueva faceta como actor y músico, con las que se perfila a experimentar cada una de sus aficiones y encontrarse a sí mismo en este camino que le ha traído un sinfín de experiencias, mismas que nos compartió en una sincera charla.
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¿Cómo fue grabar “Después” teniendo como coprotagonista a tu mamá?
"Lo describiría como todo una experiencia. La historia es de una madre y su hijo de 24 años, que están conociéndose y pues sí, inevitablemente es algo que permeó en los sentimientos. Diría que fue muy importante encontrar las fibras exactas de lo que queríamos contar y de lo que era ajeno a la historia.
¿Cómo te decidiste a seguir el camino de la actuación? ¿Siempre estuvo presente esa inquietud o surgió conforme creciste?
"Estaba presente la inquietud más bien de evitarlo. Siempre fui un poco rebelde con ciertas actitudes, que quizá siempre he tenido de llevar la contraria y no hacer lo que se espera de mí. Al tener dos papás que trabajan en esto yo bien sabía que quería hacer algo dentro del medio. Entonces quise estudiar producción y dirección, me fui a Toronto dos años, luego regresé a la Ciudad de México por la pandemia y ahí empecé a hacer música.
Después la actuación se fue integrando poco a poco, creo que más bien cuando fui dejando de lado los juicios que yo mismo tenía de este mundo. Así que hoy más bien estoy enfocado en seguir con la música y la actuación, complementando con las bases que me dio haber estudiado cine, que creo que termina con la triada de habilidades".
¿Qué significa para ti ser hijo de dos figuras tan representativas en el cine mexicano?
"Obviamente hay orgullo. Pienso que uno siempre tendría que estar orgulloso de sus papás, independientemente de lo que hagan. Ahora, tener padres que se dedican a lo que a mí me gusta, hace todo más padre. Hasta cierto punto también hay un poco de presión. Claro que tenerlos me abrió muchas puertas, pero también sé que haga lo que haga, siempre estará esa percepción de que no me lo gané. Al final, el único que va a saber si hice lo suficiente para merecerlo, soy yo".
En este sentido, ¿dirías que tu herencia familiar te ha jugado a favor o en contra?
"Los dos, o sea yo creo que no se puede ver tan blanco y negro, no todo es bueno o malo. Hay que abrazar ambas partes y tomar las oportunidades, que ahora mismo yo diría que eso es lo más importante: valorar y tomar lo que se presente, porque si no lo haces, por más oportunidades que te pongan en el camino, si no lo haces por las razones correctas las desperdicias".
¿Qué es lo que más te gusta de adentrarte en el mundo del cine como actor?
"Me emociona saber que estoy creando algo, y que luego le tocará a la gente vivirlo. Tanto en la música como en la actuación, como estando detrás de cámaras, cuando estás creando algo, es tuyo; pero una vez que sale, se vuelve a los demás. Ese es el mejor sentimiento".
¿Considerarías probar suerte en otros ámbitos artísticos o solo quedarte en música y actuación?
"En unos 10 o 15 años me encantaría estar levantando mi primer proyecto visual, ya sea como productor, escritor, director, actor, o quizá un poquito de todo. Ese siempre ha sido un propósito, pero es una meta a largo plazo, porque creo que para conseguirlo, uno se tiene que preparar mucho.
Hay otras ramas que me encantaría probar, que igual siguen la línea de la actuación, por ejemplo, me encantaría hacer doblaje, es un mundo que siempre me ha dado muchísima curiosidad, y pues la música, que es algo que ya tengo arraigado".
¿Te gustaría seguir trabajando en un cine mexicano o expandirte hacia otros mercados?
"Me está gustando mucho ver crecer la industria latinoamericana, el ser parte de esto. Creo que puedo hablar por toda mi generación que ahorita está empezando, porque somos muy afortunados de que estamos en una etapa de transición, que ya lleva varios años entre lo que se hacía antes y ha cambiado con esta nueva ola de proyectos y de contenido, gracias a muchas plataformas y variedad de contenido, porque realmente se está diversificando.
Estoy abierto a donde me lleve el trabajo y el destino, tal vez el trabajar en otros países, pero en la misma industria, explorando y aprendiendo".
¿Qué sigue para Nicolás Haza?
"Qué buena pregunta, ¿qué sigue para mí? El 8 de agosto estrenamos Nadie nos va a extrañar, una serie bien padre. Luego viajamos a los 70’s con La vida entera, que todavía no tiene fecha.
Voy a seguir sacando un sencillo al mes como lo he estado haciendo este año, porque ser consistente en la música es indispensable para triunfar. Se vienen muchas sorpresas y varios proyectos antes de que termine el año".
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