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Margarita Hernández Flores es una de las dos maratonistas seleccionadas para representar a México en los Juegos Olímpicos de París 2024. Su lugar en esta competencia lo aseguró al registrar un tiempo de 2 horas, 25 minutos y 54 segundos en el maratón de Valencia en diciembre de 2023.
Los Juegos Olímpicos listos a celebrarse en la capital francesa marcan su regreso al olimpismo tras haber competido en la edición de Río de Janeiro 2016. La atleta ve esta oportunidad como un renacimiento tanto en su vida personal como deportiva. En entrevista con CLASE, Margarita abre su corazón para compartir sus sueños y expectativas ante esta oportunidad.
Margarita, nacida el 3 de diciembre de 1985 en Toluca, es una destacada corredora de fondo mexicana cuya vida dio un giro a los 19 años cuando el atletismo la llevó a destacarse como deportista reconocida en la Universidad Autónoma del Estado de México.
Desde su infancia, Margarita mostró una gran pasión por el deporte. "Mi infancia fue divertida, maravillosa, fantástica", recuerda. Creció en una zona rural con amplios espacios para jugar con sus hermanos, practicar deportes como el básquetbol, el fútbol y el voleibol en la secundaria. Para ella, la actividad física siempre fue una necesidad que le brindó alegría.
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A los 19 años, la atleta participó en una carrera organizada por el Gobierno del Estado de México en Valle de Bravo. A pesar de correr con tenis inadecuados, logró ganar el primer lugar en su categoría y recibió un premio en efectivo.
Este evento marcó el inicio de su carrera en el atletismo, un camino que inicialmente coexistió con su sueño de convertirse en jueza del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México, como había planeado mientras estudiaba Derecho. Sin embargo, el deporte provocó un giro inesperado en su vida.
En 2010, a los 24 años, Margarita Hernández Flores tomó la decisión de dedicarse profesionalmente al deporte de alto rendimiento. Al año siguiente, en 2011, ganó tres medallas de oro y decidió iniciar su preparación para los próximos Juegos Olímpicos.
Sin embargo, en 2012 hizo una pausa para cumplir su sueño de ser mamá, dando a luz a su hijo Máximo en febrero de 2013. Margarita Hernández retomó su preparación poco después y en 2015 compitió en los Juegos Panamericanos en Toronto y Houston, logrando clasificar para los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Después de los Juegos Olímpicos de Río, Margarita enfrentó desafíos debido a lesiones que la alejaron temporalmente de la competencia. A pesar de estos obstáculos, logró clasificar para los Juegos Panamericanos de Lima.
En 2020, justo cuando estaba lista para buscar su clasificación en Tokio 2020, la pandemia suspendió la competencia, razón por la que decidió enfocarse más en su familia, particularmente en una lamentable pérdida.
En esos momentos difíciles, Margarita tuvo que replantear su continuidad en el mundo del deporte. "Mi esposo falleció en un accidente en 2021, no hay un manual para superar eso", compartió. El deporte se convirtió en su camino para enfrentar esta situación tan dolorosa.
Su hijo Máximo ha sido su mayor motivación. Juntos comparten una pasión por el deporte, algo que Margarita encuentra maravilloso y que la impulsa a seguir adelante.
La atleta encuentra en el yoga un espacio para relajarse en su tiempo libre y cuidar de su salud mental. Se autodefine como una persona cumplida, ordenada y disciplinada, valores que ha llevado consigo a lo largo de su carrera deportiva.
Para Margarita, los Juegos Olímpicos de París 2024 representan mucho más que una competencia deportiva. Es la oportunidad de retomar sueños que alguna vez parecieron perdidos. "Llegar a París es algo increíble porque atravesé situaciones personales muy difíciles, donde incluso llegué a cuestionar si continuar en el ciclo olímpico era posible", compartió.
En París 2024, la mexicana contará con el apoyo incondicional de su familia, amigos y las instituciones que la respaldan. La delegación mexicana está lista para viajar a la capital francesa y llevar el nombre de México a lo más alto.
“La diferencia está en hacer, ¿no? Porque no solo es querer, porque muchos queremos muchas cosas, pero ¿qué hacemos para tener lo que queremos?”, expresó la medallista durante la entrevista.
La historia de Margarita Hernández Flores es un testimonio vivo de determinación, sacrificio y pasión por el deporte. Su dedicación y espíritu competitivo son una inspiración tanto para atletas como para quienes sueñan con representar a su país en el mayor escenario deportivo mundial. ¡Vamos Margarita, México está contigo!
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