Más Información
La modelo mexicana Adriana Abascal, quien ha causado furor en las últimas semanas tras hacer público su noviazgo con el príncipe Filiberto de Saboya, actual jefe de la Casa Real Italiana, se ha consolidado como una de las mujeres más influyentes y hermosas.
Desde su nacimiento en Veracruz, un 31 de octubre de 1970, Adriana Abascal se perfiló como una mujer libre e independiente, rodeada de misticismo ya que desde muy pequeña conoció el mundo del tarot. Su encantó le permitió ganar el título de Señorita Veracruz y Miss México en 1988, un año más tarde quedó entre las finalistas en Miss Universo.
Aunque es ampliamente conocida, su nombre volvió a resonar con fuerza en los últimos días luego de que durante el desfile de la colección "La perseverancia de los sueños" de la diseñadora Rocío Peralta, celebrado en Sevilla, Adriana confirmó su noviazgo con Filiberto de Saboya.
Leer también: Jaydy Michel deslumbra con su elegancia en la boda de la nieta de Carlos Slim
De Veracruz a París, la vida de Adriana Abascal
Tras ser reconocida como una de las mujeres más bonita del país, Adriana inició un romance con el empresario Emilio Azcárraga Milmo, entonces presidente del Grupo Televisa, con el que tenía una diferencia de edad de casi 40 años.
Dicha relación le permitió acercarse al mundo de los medios de comunicación donde, dentro de la cadena de televisión más importante a nivel nacional, comenzó a incursionar en la actuación y más tarde en la producción de telenovelas, además se seguir trabajando como modelo.
Su relación con "El Tigre" Azcárraga seguiría durante ocho años más hasta la muerte del empresario en 1997.
La tragedia no detendría a la mexicana quien, tras mudarse a Europa, pronto volvería a darle otra oportunidad al amor junto al español Juan Villalonga, antiguo director ejecutivo de Telefónica, con quien se casó en 2001 para dar la bienvenida a tres hijos: Paulina, Diego y Jimena.
El romance que causó revuelo entre las altas esferas madrileñas por la controvertida personalidad de Adriana, que no terminaba de encajar en un entorno tan conservador, terminó hasta que firmaron el divorcio en 2009.
Tiempo después, en 2012, llegaría a su vida el empresario inmobiliario francés Emmanuel Schreder, con el que se casaría tan solo un año después para inmediatamente trasladarse a París, donde la pareja vivió hasta su separación en 2010.
El nuevo inicio de Adriana Abascal
De manera paralela a su vida sentimental, Adriana exploró diversas disciplinas que la convirtieron en una mujer multifacética, además de ser modelo, actriz y productora, encontró una pasión por el diseño de moda al crear su propia firma de zapatos de lujo llamada Skorpios.
El arte y la escritura también llegaron a ella con la publicación de su libro "Una mujer, cada mujer" publicado en 2002.
Es en esta nueva faceta, y luego de su breve noviazgo con el galerista belga Max Falkeinstein, sale a la luz la relación entre Adriana Abascal y el nieto del último rey de Italia, Filiberto de Saboya, quien se ha mostrado públicamente enamorado de la mexicana desde su primera aparición juntos, lo que los ha consolidado como una de las parejas más sorpresivas de este 2025.
¿Quién es el príncipe Filiberto de Saboya?
El aristócrata Manuel Filiberto de Saboya es hijo del último rey de Italia, Humberto II de Saboya, quien tan solo estuvo 33 días en el trono durante 1946. Por tal motivo, el novio de Adriana Abascal se autoproclama como heredero al trono en el caso.
Adaptado a la modernidad, Filiberto de Saboya comparte su día a día mediante redes sociales, entre ellos, su vida familiar y las veces que participa en programas de televisión.
Leer también: Nieto de Carlos Slim escribe romántica canción inspirada en Eugenia Rodríguez