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En la historia del entretenimiento en México, pocos eventos son tan misteriosos como la vez que Luis Miguel cantó en la fiesta de 15 años de Cecilia Salinas, hija del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari. Este lujoso evento fue celebrado en el Palacio de Los Pinos durante 1989 y destacó por la importancia que tuvo en el entorno político y social de la época.
El cumpleaños de Cecilia, al que asistieron alrededor de 300 invitados, fue el escenario perfecto para un show inolvidable. Luis Miguel, quien entonces gozaba de un estatus casi mítico entre los adolescentes, ofreció un espectáculo privado de una hora, convirtiéndose en el regalo sorpresa por parte del político para su hija.
La historia recientemente fue contada - con detalles y fotografías inéditas - en el nuevo libro del periodista Alberto Tavira dedicado a relatar los vínculos que el intérprete de La Incondicional mantuvo con el poder político de nuestro país.
De acuerdo con su relato, el escenario elegido para la presentación de Luis Miguel fue un antiguo gimnasio remodelado y en donde el cantante dispuso de una infraestructura similar a la que utilizaba en sus grandes conciertos.
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La relación entre el mexicano y la familia Salinas fue tema de debate durante años. El periodista y escritor Beto Tavira, en su libro Luis Miguel: Por Debajo de la Mesa, profundiza en esta conexión y en cómo el poder político de la época se dejó seducir por la figura del cantante: "Luis Miguel supo capitalizar las relaciones políticas que su padre, Luisito Rey, había comenzado a forjar antes de su muerte, y las utilizó para obtener favores que le permitieron afianzar su posición en el mundo del espectáculo".
Este evento se produjo en un momento delicado para el cantante ya que Luis Miguel enfrentaba una millonaria deuda con el fisco mexicano por lo que “su cercanía con el presidente no era solo un favor social, sino una alianza que le permitía mantenerse protegido y continuar su carrera sin mayores tropiezos".
Según lo revelado, dicha ocasión no fue la única en que Carlos Salinas de Gortari ayudó a Luis Miguel; meses más tarde, el cantante obtendría la nacionalidad mexicana en un acto público presidido por el mismo presidente, quien gobernó de 1988 a 1994.
El escritor también relata cómo este vínculo con los Salinas no fue un episodio aislado. El intérprete de La media vuelta había convivido con familias presidenciales desde su juventud, debutando en la boda de Paulina López Portillo cuando era solo un niño. Estos acercamientos con el poder le abrieron las puertas a otros eventos clave, como la grabación de su icónico video La incondicional en el Heroico Colegio Militar, durante los primeros meses del sexenio de Salinas.
"El poder político se dejó seducir por Luis Miguel, y él supo aprovecharlo", explica Beto. A lo largo de los años, el cantante cultivó estas conexiones que lo mantuvieron cerca de las élites políticas, incluso cuando su vida personal y profesional pasaba por momentos complicados.
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