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Nicole Chávez, hija menor del excampeón mundial del boxeo Julio César Chávez, a diferencia de hijas e hijos de famosos que se han visto envueltos en complicaciones emocionales por vivir experiencias desagradables con sus padres debido a adicciones, dijo con toda seguridad que ya está sanada emocionalmente, gracias a que comprendió que lo que vivió su padre fue una enfermedad.
(Cortesía: Nicole Chávez)
La joven de 22 años, quien actualmente participa en la telenovela "Qué le pasa a mi familia", de Televisa, confesó en exclusiva para Revista Clase que ya superó los problemas emocionales que vivió en su niñez por conductas de su papá a consecuencia de sus adicciones, gracias a que ha asistido a terapias con especialistas que la han apoyado en todo.
(El Universal)
“Me siento feliz de haber sido considerada para la telenovela que para mí es tan familiar y en la que se incluye la nueva normalidad. Además de temas actuales de la vida familiar y social, incluido el feminismo, no solo en México, también a nivel internacional. Mi personaje se llama 'Camila' y es la menor de tres hermanas. Es algo rebelde, creció sin saber la definición del amor y busca que la quieran y acepten. Me encanta el personaje porque puedo sacar mi rebeldía de adolescente. También me gusta como viste y hasta le he copiado algunas cosas de su estilo, es muy femenina”, comentó Nicole Chávez, hija del exboxeador Julio César Chávez.
Debido a que ella era una niña muy pequeña cuando su papá Julio César pasaba por momentos críticos debido a sus adiciones, señala no recordar muchos detalles fuertes de la enfermedad del campeón de boxeo, aunque cree que resultado de las terapias a las que asistió tanto individuales como familiares, las cuales, además le han ayudado a sanar sus emociones.
Fue hasta que vio la bioserie de su papá cuando dijo haber reconocido detalles. Sin embargo, después de haberla visto no siente vergüenza por todo lo que se mostró y tampoco le afecto conocer su vida, al contrario, la hizo sentir orgullosa de saber que se inició en un vagón de tren y que fue convirtiéndose en una persona importante y admirada internacionalmente y luego llego su declive.
“Algo que recuerdo mucho de niña es que no entendía por qué mi papá gritaba muchas cosas, pero fueron pocas ocasiones y de ahí verdaderamente mi papá se ha esforzado a compensar todo lo malo que hizo. Yo de verdad lo veo y admiro, ya que después de aproximadamente 12 años se ha mantenido limpio de drogas. Ahora a él le interesa salvarle la vida a los famosos y otras personas en su clínica, algunas veces hasta beca a personas y a sus casi 60 años llega a hacer peleas de exhibición para recaudar fondos. Es alguien que a la mejor se hizo mal a sí mismo y a otros en su momento, pero es más bueno todo lo que ha dejado o hecho últimamente”, dice conmovida Nicole.
(Cortesía: Nicole Chávez)
“A diferencia de mis hermanos que los escucho, nunca vi a mi papá muy mal, drogarse o tomar, es chistoso e ingenuo, pero creo que es porque se daba sus mañas. Usaba botellas de refrescos y ahí metía el alcohol y bueno, pues a estirar el codo. Nunca tuve una actitud por parte de él que pueda considerar me faltara el respeto, como darme una nalgada o algo parecido, y que le gritara a mi mamá. Nunca fue por ahí, lo recuerdo transformado con la mirada perdida y los ojos rojos al hablarme y eso me llamaba mucho la atención. Por eso mismo mi mamá me decía que no le tuviera miedo que estaba enfermo”.
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(El Universal)
Nicole Chávez recuerda que era muy chiquita cuando el tema del alcoholismo y drogadicción de Julio Cesar Chávez estaba en su apogeo, y que ella tenía casi 12 años cuando él se rehabilito, fue entonces cuando entendió que el alcoholismo y las drogas provocan cosas extrañas en la personalidad, que si él gritaba no era porque quisiera, lo provocaba la misma enfermedad. Ella a esa edad comenzó a ir a terapias individuales y familiares.
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“Sobre el alcoholismo y drogadicción de mi papá, gracias a dios lo sané, perdoné y aprendí que era una enfermedad. Y es que desde muy chica comencé a ir a terapias, me volví constante cuando mi papá me invitaba a hacer terapias en sus centros de rehabilitación, iba sola o con mis papás. Esto fue cuando mi papá ya estaba rehabilitado y abrió las clínicas y comenzamos a ir con los psicólogos y médicos”.
“Tuve la fortuna de que todos los especialistas fueran a comer entre semana a mi casa y se hiciera una bonita amistad y que ellos estuvieran cerca de mi familia. Si había un problema familiar, cerca de nosotros estaban ellos que nos conocen y saben de la dinámica, lo que me daba la confianza de preguntarle qué debíamos hacer. Y claro que las terapias sirven. Si tienes familiares adictos y hay psicólogos que te pueden ayudar, hay que asistir con ellos. No pensar que no se debe ir a terapias por creer que no lo necesitas”, señaló la joven actriz.
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“El mundo se ésta haciendo más cruel y conforme creces te vas haciendo más a la realidad y a veces nadie te enseña a quererte a ti mismo o a defenderte. Yo soy de las que totalmente voy a terapia frecuentemente con mi consultora y con Beto, el terapeuta de mi papá. Sobre todo porque a mí me encanta estar bien conmigo misma, cuando uno ésta bien te va bien en todo y pues la salud mental es muy importante, soy muy apegada a todo eso de las terapias con especialistas”.
Y aunque para ella su papá siempre ha sido un gran ser humano, con todo lo que hace ahora con las clínicas de rehabilitación ayudando a otros, la hace sentirse más feliz, además de entender y admirar más al ser humano. Así como saber el porqué de muchas cosas que ocurrían en su familia.
“Me di cuenta del amor, entrega y apoyo de mi mamá hacia mi papá, la vi como la que tenía que aceptar y hacer todo por él, se sacrificó por no solo por él, también por mí y por los hijos de él, ya que le tocaron cosas muy fuertes y ella siempre lo vio como una enfermedad; nunca se rindió. De no haber sido por ella yo creo mi papá no estaría aquí, hubo cosas muy fuertes, por eso mi mamá y mi hermando Julio lo internaron engañándolo y gracias a Dios está muy bien”.
Debido a que critican mucho a los otros hijos de Julio César Chávez, en particular a Julio César Jr. y a Omar Chávez y éstos se pelean con las personas a través de redes sociales u otros medios, además de que no han podido destacar en las actividades que se ha sabido se han propuesto, Nicole Chávez algunas veces los defendía, sin embargo, tomo la decisión de no volver a hacerlo para cuidar su bienestar emocional. Además de que no sabe con seguridad como están trabajando ellos para encontrar su salud emocional.
“Cada quien tiene sus demonios. Para mí sería muy fácil señalar a mis hermanos y no pienso justificarlos. Aprendí a soltar, con el tema de ellos no me meto, sabrán como trabajar sus emociones; aprendí a no engancharme y a no defender y tratar de hacer entender que los vean como yo, como buenas personas y amorosos. Creo que todos podemos mejorar siempre y pues su bienestar depende de ellos”, dijo Nicole para concluir la entrevista.