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(EFE)
Los abanicos son un complemento en la moda que no están vinculados con la edad ni con el género, han sido utilizado por las cantantes Madonna y Beyonce, por el diseñador de Chanel, Karl Lagerfeld, por el actor Antonio Banderas y por el director de cine, Pedro Almodóvar.
(La cantante Madonnacon un abanico del diseñador Oliver Bernoux / Instagram)
Históricamente, los primeros abanicos surgieron en Egipto, estaban hechos de plumas y solamente eran usados por los faraones y sus familias, es decir, representaban el poder que tenían las personas que los portaban.
Además de representar un estatus social, su objetivo era refrescar y espantar insectos, pero fue gracias a Catalina De Medici, reina de Francia de 1547 a 1559, que se convirtieron en un accesorio, el cual permitía que las mujeres se pudieran retocar el maquillaje. Años más tarde, la mayor parte de la sociedad poseía uno y cuando Oscar Wilde realizó una obra teatral llamada "El abanico de Lady Windermere", se dice que su exclusividad se fue perdiendo.
(El director y productor de cine español Pedro Almodóvar utilizando un abanico / Instagram)
Sin embargo, esto provocó que los abanicos nunca desaparecieran y actualmente parece que el usarlos se puede convertir en una tendencia, ya que se ha vuelto el protagonista de algunos looks en las alfombras rojas, como el de Rossy de Palma en el Festival de Cannes y en shows, como el que utilizó la hispano-cubana Chanel Terrero, representante española en Eurovisión, durante su actuación en Turín.
Uno de los principales defensores del abanico es Olivier Bernoux, diseñador francés que radica en España y que se dedica a crear estos accesorios pero con mucho estilo; en su tienda es común encontrar abanicos hechos con seda, encaje, plumas y cristales Swarovski, sin perder de vista los diseños con calaveras, dragones o palabras.
(El diseñador Oliver Bernoux y algunos elementos de su tienda de abanicos / Instagram)
Los abanicos en la actualidad
Oliver Bernoux, ha trabajado con Madonna, quien ha lucido sus diseños en cumpleaños o en alguno de sus videoclips. “Los abanicos han sido un complemento que me ha fascinado desde niño”, comenta el diseñador en una conversación con EFE desde su tienda, en la que crea combinaciones tanto tradicionales como de vanguardia, donde pulcramente recogidas se apilan telas y varillas junto a máquinas de coser.
"Abrir y cerrar un abanico es un elemento de sensualidad, describe un lenguaje propio con el que las mujeres se comunicaban con su enamorado", recuerda el diseñador. Lo cual es cierto, ya que la forma en que se utilizaban podía tener diferentes significados, por ejemplo: para demostrar falta de interés, las personas se abanicaban despacio; para decir sí, debían cerrar el abanico de forma lenta y para decir no, de forma rápida, entre muchas otras.
Los primeros abanicos estaban hechos a mano de telas como satín o seda, decorados con plumas, perlas, joyas, pinturas, papel de China, tafetán de Florencia, entre otros materiales. Sin embargo, el bordado hecho a mano poco a poco se ha perdido, aunque al diseñador Bernoux le hace ilusión que su trabajo empiece a reforzar esa industria en extinción.
Además, ha podido evolucionar esos mismos diseños y en su tienda es común encontrar abanicos con dibujos de calavera en las varillas, colores fosforescentes e incluso una colección que cambia de color con el calor para atraer al público más joven.
Sus piezas, las cuales van desde las más sencillas en 52 dólares (más de mil pesos) hasta las que tienen plumas de avestruz o diamantes en 3 mil dólares (casi 60 mil pesos), son realizadas con maderas como el palo santo, ébano de macasar o el olivo y se trabajan especialmente para que el abanico abra y cierre de manera natural y elegante, para evitar que se rompa y que perdure con el paso del tiempo, "que pase de generación en generación", comenta el creador.
Entre sus clientes habituales se encuentran las cantantes Beyonce y Madonna, "Madonna contactó con nosotros y pidió varios abanicos personalizados con palabras algo pícaras, en los que se puede leer Fuck, Bitch o I’m Hot, cuando se abren”.
(Madonna posando con un abanico con la frase reina en inglés / Instagram)
Los abanicos, la mejor forma de romper con estereotipos
Tradicionalmente los abanicos más pequeños son para los caballeros y los de tamaño mediano para las señoras, aunque Oliver Bernoux le da vuelta a la historia y para ellos también diseña creaciones más grandes e informales, a las que incluso incorpora tejidos de camisas: "Un hombre tiene tanto calor como una señora", menciona.
Aunque regularmente los abanicos se relacionan con España, el diseñador francés asegura que esto ha cambiado y que los suyos viajan a Nueva York, Suiza, Italia, Miami, México, Venezuela, Jordania o Emiratos Árabes. Incluso ha sabido cómo desarrollar piezas maxigrandes, un elemento sofisticado hacia el que se dirigen todas las miradas en fiestas o bodas.
Se considera un diseñador anti tendencia y busca que el abanico sea algo más que un complemento. "Mi trabajo es dar visibilidad a mujeres estupendas que luzcan un abanico que las realce", concluye Bernoux.