Después de muchos persistentes rumores acerca de que la penúltima miembro Kardashian tenía un nuevo novio, por fin, la modelo Kendall Jenner, eligió el 14 de febrero para confirmar lo que se venía sospechando hacía algún tiempo.
Kendall, de 25 años, es novia de Devin Armani Booker, de 24, según lo testificaron sus Instagram stories del Día de San Valentín, pues en ellas aparecen abrazados y sonrientes.
Pero ¿quién es este chico suertudo que robó el corazón de la ---estrictamente nuestra opinión—más guapa de las Kardashians?
Devin Booker es, por supuesto, un exitoso basquetbolista, asunto que parece ser una palomita para el clan al cual pertenece su novia, pues varios de ellos han estado relacionados con las chicas del clan. Kim estuvo casada –muy brevemente-- con Kris Humphries; Khloé estuvo casada con Lamar Odom y el padre de su hija, True, es Tristan Thompson.
(Foto: AP)
Devin juega para los Phoenix Suns, equipo profesional de la NBA, y, es, sin duda, la estrella del equipo. Es hijo del exbasquetbolista Melvin Booker, quien jugó con tres equipos de la NBA y de la cosmetóloga Verónica Gutiérrez, una mexicano-americano-portorriqueña, nacida en Michigan.
De acuerdo con el sitio oficial de la NBA, Devin está muy orgulloso de sus raíces mexicanas, aunque no lo bastante como para animarse a probar los tacos de chapulines cuando estuvo de visita en la Ciudad de México con su equipo, en 2017.
Su madre los crió a él y a sus hermanos prácticamente sola, pues su padre viajaba por el mundo jugando basquetbol y nunca estuvieron casados. “A ella le debo todo” dijo Booker al sitio oficial “nos crió, a mí, a mi hermano y hermana – quien sufre de síndrome de microdeleción-- y nunca se quejó, siempre positiva. Nunca le importó el basquetbol, le importaba que yo fuera feliz. Tener ese tipo de apoyo de tu madre, es increíble”, finalizó.
Cuando su padre, Melvin, dejó de dar vueltas por el mundo, se estableció en Moss Point, Mississipi, su ciudad natal, se convirtió en coach de basquetbol de la preparatoria local y convenció a la madre de Devin de que lo dejara ir a vivir con él para entrenarlo y hacer de él un verdadero basquetbolista.
Su madre accedió y Devin se lo agradece profundamente. “Que una madre deje a su hijo mudarse con un padre al que casi no conocía…se requiere ser una mujer muy poderosa para eso” dijo en una entrevista con The Undefeated, en 2016.
Cuando, ya formando parte del equipo de los Suns estuvo en la Ciudad de México en 2017 para un par de partidos, su madre, que vino con él, conoció la ciudad por primera vez, “le encantó” dijo al diario “Phoenix New Times”.
Desde entonces ha viajado varias veces a nuestro país, tanto de placer como de negocios. Zucaritas es uno de sus patrocinadores. Su interés en su herencia mexicana creció a raíz de la muerte de su abuelo, nacido en Nogales, Sonora, a quien toda la familia llamaba “Papa” y que era muy cercano a su madre. “Ella quería que conociéramos más sobre nuestra herencia cultural por hacerle honor a él” dijo al diario.
“Mi relación con mi abuelo era increíble” Booker dijo en una entrevista en el Mes de la Herencia Hispánica, al sitio oficial de los Phoenix Suns, “me apoyó en todo lo que he querido hacer. Un par de cosas que aprendí de él fueron el trabajo duro y la dedicación a lo que uno hace y también lo importante que es ser el pilar de la familia”.
Los lazos familiares son muy importantes para él y eso lo hace conectar más con la cultura mexicana. “Mi parte favorita de mi lado mexicano es el tener parte en esta herencia ancestral; la importancia de la familia es algo que está en mi sangre desde que nací. Algunos de los mejores momentos de mi infancia fueron disfrutar de los platillos que mi madre y mi abuelo hacían. Sentarnos en familia y comer bien”.
A medida que las raíces hispanas de Booker se han dado a conocer, se ha convertido en un modelo a seguir por los chicos de las comunidades mexicano-americanas, especialmente de Arizona, de donde es su equipo.
“Ellos me ven y piensan: ‘si eres mexicano y entraste a la NBA, yo también puedo’. Así que trato de inspirarlos y sigo representando mi herencia, hacerles saber que, especialmente en la actualidad, en la NBA no tienes que ser de una raza o de un lugar específico para pertenecer a ella. Inspirarlos a reconocer esto, es mi trabajo”, dijo al sitio de los Suns, “no es fácil, pero es posible”, concluyó.